Pues sí, esta vez puedo decir que Amsterdam es una ciudad más que recomendable para pasar un fin de semana (y se te va a quedar corto).
Para volar más barato recomiendo volar a Eindhoven con Ryanair, eso sí, echad bien los cálculos puesto que el billete de tren hasta Amsterdam, solo ida, cuesta casi 20 euros, pero lo normal es que salga rentable echar 1 hora más de viaje por ahorrar bastantes euros jejeje.
Es bonita Amsterdam, en mi opinión no llega al nivel de Budapest, Roma, Edimburgo o Lisboa (incluso Berlín), pero es bonita. Depende lo que te guste el arte podrás visitar más o menos museos, pero aunque no te guste mucho, como es mi caso, no deberías dejar de ir al Museo Van Gogh, al de Rembrandt y a la Casa de Ana Frank (aunque nosotros no fuimos).
También es recomendable hacer un crucero por los canales y visitar la Sinagoga Portuguesa y el Museo Judío y sobre todo, la Iglesia en el ático
Por supuesto que hay que pasear por el Barrio Rojo, la plaza Dam, el mercado de las flores, los distintos mercadillos que hay por la ciudad y para moverse es imprescindible usar el tranvía, aunque la zona centro se puede realizar a pie tranquilamente.
Quizá lo que menos nos gustó de Amsterdam fue Nieuwe Kerk, cuya entrada es muy cara (aunque está incluida en la Amstedam Card) y la verdad es que no merece para nada la pena.
Por último, nosotros si que recomendamos comprar la tarjeta turística que te incluye el transporte (que no es barato) y la visita a las principales atracciones, salvo la Casa de Ana Frank y el Rijksmuseum (para el que hay un descuento).
Dar las gracias una vez más a Alberto y Francina que nos hicieron la estancia todavía más maravillosa:).
martes, 26 de diciembre de 2017
viernes, 22 de diciembre de 2017
Diario de un viaje a Amsterdam: día 5: La sinagoga portuguesa y la iglesia de San Nicolás
Último día, o mejor dicho, medio día en Amsterdam. Había que aprovechar para hacer compras y cerrar alguna visita pendiente. Lo primero que hicimos fue ir a ver lo que nos quedaba del barrio judio, es decir la Sinagoga Portuguesa y los dos museos.
La Sinagoga es otro de los lugares que merecen la pena de Amsterdam, en poco menos de 1 hora, te haces una perfecta idea de cómo era la vida en estos lugares, sus costumbres y sus miedos. Además con la audioguía en español te enteras de muchos detalles.
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El interior de la Sinagoga (del edificio principal) |
De los otros dos museos (uno está enfrente del otro) no recuerdo muy bien sus nombres, pero están cerca de la Sinagoga. Solo merecía el primero, que tenía un patio con un obelisco en homenaje a las víctimas. Era el antiguo teatro, restaurado como museo conmemorativo. El otro que estaba enfrente, no nos pareció muy interesante, además la mitad estaba en obras.
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El antiguo teatro |
Después, ya como última visita, fuimos a ver la Iglesia de San Nicolás. No sale en muchas guías creo, (como de las más recomendadas) pero sin duda es, la más bonita de Amsterdam. Está al lado de la estación central y es una mezcla de dos estilos arquitectónicos: el neorrenacentismo y el neobarroco.
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La Iglesia de San Nicolás (había misa y no pudimos entrar mucho) |
Y ya solo nos quedaba tiempo para realizar compras, volver a casa a despedirnos de Francina y Alana (de Alberto lo habíamos hecho en la mañana), comer e ir al aeropuerto para volver a Madrid.
Otro estupendo viaje, con unas grandes anfitriones que ponía fin a 12 meses de grandes viajes iniciados en Argentina, pasando por Edimburgo, Lisboa y Rumanía, para finalizar en Holanda.
jueves, 21 de diciembre de 2017
Diario de un viaje a Amsterdam: día 4: La Maratón y el barrio rojo
Llegó el día...puedo decir que es la Maratón peor preparada que he llevado...se juntaron un cúmulo de cosas que realmente me hicieron temer que fuera capaz de terminarla.
Primero, realmente creo que me sobró apuntarme jejeje, después de un Ironman, experimentas un bajón de ganas, de objetivos, como si ya no hubiera nada más...y realmente es casi así jajaja.
Segundo, quería bajar de 3:45, y empecé a entrenar el día 1 de agosto, tras parar unos 20 días tras el Ironman....pero claro a los 3 días, me dio por jugar una pachanga en el pueblo (hacía 5 años que no jugaba al fútbol) y me jodí el aductor....10 días parados, que se juntaron los otros 10 del viaje a Rumanía, suponía 20 días, más el parón post Ironman, más los kilos cogidos en consecuencia....hicieron que me presentara al 15 de octubre con 7-8 kilos más de lo que tenía en Madrid.
Poco más de 1 mes tuve para prepararla en el que el objetivo era claro....terminarla dignamente, es decir, corriendo (a poco que no pudiera correr, abandonaría) y rondar las 4 horas 15, así que obviamente el entrenamiento se basó en tiradas más o menos largas a ritmo bajo para al menos llegar con fondo para una prueba tan larga.
La salida era a las 9:30...y yo entré al estadio a las 9:20 jajaja....Mola salir del estadio y terminar también, es una bonita experiencia que ya pude vivir en Sevilla.
Pistoletazo de salida...a los pocos metros siento que el gemelo izquierdo va molestando demasiado y pienso que es demasiado pronto para eso...pero realmente duele, llegamos al kilómetro 2 aproximadamente, dentro de Voldenpark, donde me estaba esperando Vero, la digo que me duele...decido bajarme la media comprensiva y...milagro,se fueron los dolores. El fisio me había pinchado el lunes y el gemelo no debería estar del todo bien todavía.
Maratón fácil, para hacer marca, pero para mí era imposible. Tampoco iba fino de estómago, me sentía pesado, paré como 4 veces a orinar y 1 a hacer aguas mayores.
Los primeros 20 km mantuve un ritmo digno para lo que se esperaba...5:50 aprox...poco a poco iban subiendo los km...un parque en el que corrimos durante 10 km se me hizo eterno, ya estábamos casi en el km 30 y a partir de aquí el ritmo empezó a bajar poco a poco...Km 35, ya iba a terminar si o si, los músculos empezaban a dar síntoma de fatiga, pero se notaba lo que había ido al gimnasio a fortalecer aductores en comparación a Vitoria.
Ya en el km 40 digo que voy a intentar andar ese km para luego acabar bien pero, increíblemente, prefiero seguir corriendo (bueno trotando) a andar, porque me duelen menos las piernas.
Entramos en el estadio...tiempo total 4:31...pero si descontamos las paradas sale 4:21 o así...ni tan mal...No es para estar orgulloso ni mucho menos, pero sí por los problemas que tuve para prepararla.
Me reúno con Koki y Jorge mientras esperamos a que entren Jess y Alberto que corrían la media maratón. Para Alberto era su primera y muy orgulloso de que la terminara.
Reseñar que me pareció una maratón bastante cutre en su final....ni una mísera bolsa con alimentos y el avituallamiento final consistió en agua y plátanos....en fin.
Nos tomamos una merecida cerveza y fuimos caminando a casa por Voldenpark. Nos duchamos, descansamos un poco y todavía saqué fuerzas para llevar a ver a Vero el Barrio Rojo en su habitat natural, la noche.
Primero, realmente creo que me sobró apuntarme jejeje, después de un Ironman, experimentas un bajón de ganas, de objetivos, como si ya no hubiera nada más...y realmente es casi así jajaja.
Segundo, quería bajar de 3:45, y empecé a entrenar el día 1 de agosto, tras parar unos 20 días tras el Ironman....pero claro a los 3 días, me dio por jugar una pachanga en el pueblo (hacía 5 años que no jugaba al fútbol) y me jodí el aductor....10 días parados, que se juntaron los otros 10 del viaje a Rumanía, suponía 20 días, más el parón post Ironman, más los kilos cogidos en consecuencia....hicieron que me presentara al 15 de octubre con 7-8 kilos más de lo que tenía en Madrid.
Poco más de 1 mes tuve para prepararla en el que el objetivo era claro....terminarla dignamente, es decir, corriendo (a poco que no pudiera correr, abandonaría) y rondar las 4 horas 15, así que obviamente el entrenamiento se basó en tiradas más o menos largas a ritmo bajo para al menos llegar con fondo para una prueba tan larga.
La salida era a las 9:30...y yo entré al estadio a las 9:20 jajaja....Mola salir del estadio y terminar también, es una bonita experiencia que ya pude vivir en Sevilla.
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Qué feliz voy siempre al principio jajaja |
Maratón fácil, para hacer marca, pero para mí era imposible. Tampoco iba fino de estómago, me sentía pesado, paré como 4 veces a orinar y 1 a hacer aguas mayores.
Los primeros 20 km mantuve un ritmo digno para lo que se esperaba...5:50 aprox...poco a poco iban subiendo los km...un parque en el que corrimos durante 10 km se me hizo eterno, ya estábamos casi en el km 30 y a partir de aquí el ritmo empezó a bajar poco a poco...Km 35, ya iba a terminar si o si, los músculos empezaban a dar síntoma de fatiga, pero se notaba lo que había ido al gimnasio a fortalecer aductores en comparación a Vitoria.
Ya en el km 40 digo que voy a intentar andar ese km para luego acabar bien pero, increíblemente, prefiero seguir corriendo (bueno trotando) a andar, porque me duelen menos las piernas.
Entramos en el estadio...tiempo total 4:31...pero si descontamos las paradas sale 4:21 o así...ni tan mal...No es para estar orgulloso ni mucho menos, pero sí por los problemas que tuve para prepararla.
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Objetivo cumplido |
Me reúno con Koki y Jorge mientras esperamos a que entren Jess y Alberto que corrían la media maratón. Para Alberto era su primera y muy orgulloso de que la terminara.
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Aquí, con los cracks de Trimad, Jorge y Koki |
Reseñar que me pareció una maratón bastante cutre en su final....ni una mísera bolsa con alimentos y el avituallamiento final consistió en agua y plátanos....en fin.
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Alberto, Francina, Alana, Vero y yo. ¡Gracias! |
Nos tomamos una merecida cerveza y fuimos caminando a casa por Voldenpark. Nos duchamos, descansamos un poco y todavía saqué fuerzas para llevar a ver a Vero el Barrio Rojo en su habitat natural, la noche.
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El Barrio rojo en su hábitat natural |
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La Plaza Dam |
miércoles, 20 de diciembre de 2017
Diario de un viaje a Amsterdam: día 3: el crucero por los canales, Nieuwe Kerk, el mercado de las flores y el museo judio.
Este día tendría que ser algo más tranquilo a la fuerza, puesto que el día anterior a una maratón no conviene hacer mucho turisteo andando. Lo primero que hicimos fue el crucero por los canales que, por supuesto, iba incluido en la Amsterdam City Card. Lo hicimos con la compañía lovers canal cruise y bien, con audioguía en español y un capitán gracioso en lo que le entendíamos jejeje. El crucero te lleva por las zonas más importantes de Amsterdam y la verdad es que merece la pena.
La segunda visita era Nieuwe Kerk...en plena Plaza Dam. Es la iglesia nueva de Amsterdam y promete mucho más por fuera de lo que es por dentro, además es bastante cara, pero como estaba incluida en la tarjeta, pues había que verla, pero el interior de verdad que es bastante decepcionante, sobre todo porque estaba ocupada por dos exposiciones...no tenía pinta de ser fea, pero con la exposición ocupando toda la iglesia, lo era...mucho más bonita Oude Kerk.
Volvimos a casa para recoger a Alberto, Francina y Alana y darnos una vuelta para salir a comer. El plan era pasar por el mercado de las flores y ver la Sinagoga Judía. Dando un agradable (y largo) paseo.
En el mercado de las flores aprovechamos para comprar....pues eso jejeje, pasamos nuevamente por el mercadillo de Waterloo, por la plaza Rembrandt (en la que había una escultura dedicada al pintor) y llegamos a la Centro Judío. La visita se divide en 4 espacios, separados entre ellos y para los que solo hay que pagar una vez y te dan la entrada para los 4 (que también están incluidos en la Amsterdam Card). Al ser sábado la Sinagoga estaba cerrada, pero no hay problema porque la entrada te vale para visitar los museos que no puedas hacer en el mismo día, durante 30 días.
Entramos en el Museo Histórico Judío y resultó ser más grande (y bonito de lo esperado), a poco que le dediques tiempo y lo quieras ver en profundidad...se te van a ir 2-3 horas mínimo, pero muy bien aprovechadas.
Ya eran casi las 4 de la tarde y no había tiempo para más visitas porque había que comer. Claro a esas horas en Amsterdam, complicado, así que tiramos de Kebab.
No había tiempo para más porque al día siguiente tocaba la Maratón, y no es bueno hacer mucho turismo el día de antes, y ya habíamos andado mucho jejeje.
Ya solo quedaban preparar las cosas, cenar y descansar para madrugar al día siguiente.
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Hacía fresquete a bordo del barco |
La segunda visita era Nieuwe Kerk...en plena Plaza Dam. Es la iglesia nueva de Amsterdam y promete mucho más por fuera de lo que es por dentro, además es bastante cara, pero como estaba incluida en la tarjeta, pues había que verla, pero el interior de verdad que es bastante decepcionante, sobre todo porque estaba ocupada por dos exposiciones...no tenía pinta de ser fea, pero con la exposición ocupando toda la iglesia, lo era...mucho más bonita Oude Kerk.
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Cómo estropear una iglesia jajaja |
En el mercado de las flores aprovechamos para comprar....pues eso jejeje, pasamos nuevamente por el mercadillo de Waterloo, por la plaza Rembrandt (en la que había una escultura dedicada al pintor) y llegamos a la Centro Judío. La visita se divide en 4 espacios, separados entre ellos y para los que solo hay que pagar una vez y te dan la entrada para los 4 (que también están incluidos en la Amsterdam Card). Al ser sábado la Sinagoga estaba cerrada, pero no hay problema porque la entrada te vale para visitar los museos que no puedas hacer en el mismo día, durante 30 días.
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El mercado de las flores, como siempre, a rebosar de gente |
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Monumento a Rembrandt |
Entramos en el Museo Histórico Judío y resultó ser más grande (y bonito de lo esperado), a poco que le dediques tiempo y lo quieras ver en profundidad...se te van a ir 2-3 horas mínimo, pero muy bien aprovechadas.
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El museo judío |
No había tiempo para más porque al día siguiente tocaba la Maratón, y no es bueno hacer mucho turismo el día de antes, y ya habíamos andado mucho jejeje.
Ya solo quedaban preparar las cosas, cenar y descansar para madrugar al día siguiente.
martes, 19 de diciembre de 2017
Diario de un viaje a Amsterdam: día 2: Van Gogh, Rembrandt, Amsterdam Arena, Oude Kerk y la iglesia en el ático
El segundo día era el más intenso de todos, porque teníamos que aprovechar a ver muchas cosas jejeje. Lo primero fue ir a recoger la Amsterdam Card (I amsterdam city card) que no pudimos recogerla el día anterior a la llegada porque la tienda estaba cerrada y antes de seguir con la crónica, opinión sobre la tarjeta.
Si vas a pasar 3 o más días en Amsterdam, yo diría que es imprescindible. Hay varias modalidades, pero yo creo que las tarjetas de 1 y 2 días no salen rentables porque no te va a dar tiempo a ver todo...si crees que puedes hacerlo, entonces sí, la de 2 días... Nosotros cogimos la de 3 días para aprovechar viernes, sábado, domingo y mañana del lunes, porque lo bueno de esta tarjeta es que dura 72 horas...Así que si la activas a las 11 del viernes, te dura hasta las 11 del domingo. A poco que uses el transporte público y veas 3-4 museos o iglesias, está más que amortizada, así que...SÍ, ES RECOMENDABLE hacerte con una.
La primera visita sería el Museo Van Gogh (no lo vi en mi primera visita, bueno ninguno en realidad). Tenía bastante miedo a la cola que nos podríamos encontrar....pero oye...limpio...nadie en la cola...ni para los de la tarjeta que se supone tienen una cola especial, ni para los de entrada general. Eso sí, dentro del museo ya había bastante gente (abría a las 9 y nosotros fuimos a la 10).
Me sorprendió, no soy yo de entender mucho de cuadros cuando voy a un Museo, pero este está montado de tal forma que te hace pensar que entiendes. Te explica como fue su vida, las inspiraciones de su obra, sus distintas épocas, la relación con su hermano.... vamos que aprendí más en 1 hora y media en el Museo sobre Vincent, que cuando lo estudiaba en el instituto jejeje.
La segunda parada sería la Casa-Museo de Rembrandt (el Rijksmuseum lo descartamos, primero porque no entraba en la tarjeta, y segundo porque ya iban a ser demasiados cuadros)... y es otra de las visitas que merece la pena de Amsterdam. Pequeña pero interesante, con 4 plantas en la que vas viendo distintos objetos con los que el pintor ejecutaba su obra y tomas contacto con una de las mujeres más importantes de Holanda (probablemente la segunda después de Ana Frank), Saskia, la esposa de Rembrandt.
Salimos y pasamos por el mercadillo de Waterloo para coger el metro en la estación del mismo nombre rumbo a nuestra tercera visita de la mañana: el Amsterdam Arena. La tarjeta turística incluye la visita y no era plan de desaprovecharlo. La verdad es que me esperaba un estadio más bonito por fuera, más fotogénico (al estilo del precioso estadio de Varsovia), pero bueno qué se le va a hacer. Aquí tuvimos mala suerte, porque había una visita a las 12:45...y esperando en la cola justo se cerró el cupo delante nuestra...así que tuvimos que esperar hasta las 13:30.
La visita también es un poco fraudulenta jejeje, nada que ver con el Bernabéu o San Siro. Pero al menos cuando entras al césped del estadio te compensa un poco saber que ese fue el lugar donde el Real Madrid comenzó su historia moderna.
Terminada la visita, comimos rápidamente en un Burguer y nos fuimos a por las dos últimas visitas del día, Oude Kerk y una que me tenía bastante intrigado, una Iglesia en un ático. Oude Kerk cerraba más tarde así que fuimos a descubrir esa Iglesia.
Ons Lieve Heer op Solder, cuya traducción podría ser, Nuestro señor del ático, era una iglesia clandestina de las muchas que predominaban a finales del XVI cuando el catolicismo estuvo perseguido. Convertida en un pequeño museo con una curiosa disposición, vas subiendo plantas hasta que llegas a una de las joyas escondidas (nunca mejor dicho) de Amsterdam. Es una iglesia metida en un piso (grande, por supuesto jejeje)...tal cual...con su altar, sus bancos, su órgano...una maravilla sinceramente.
En solo un día, Amsterdam ya me había dado una impresión totalmente diferente a la que tenía de ella.
Si vas a pasar 3 o más días en Amsterdam, yo diría que es imprescindible. Hay varias modalidades, pero yo creo que las tarjetas de 1 y 2 días no salen rentables porque no te va a dar tiempo a ver todo...si crees que puedes hacerlo, entonces sí, la de 2 días... Nosotros cogimos la de 3 días para aprovechar viernes, sábado, domingo y mañana del lunes, porque lo bueno de esta tarjeta es que dura 72 horas...Así que si la activas a las 11 del viernes, te dura hasta las 11 del domingo. A poco que uses el transporte público y veas 3-4 museos o iglesias, está más que amortizada, así que...SÍ, ES RECOMENDABLE hacerte con una.
La primera visita sería el Museo Van Gogh (no lo vi en mi primera visita, bueno ninguno en realidad). Tenía bastante miedo a la cola que nos podríamos encontrar....pero oye...limpio...nadie en la cola...ni para los de la tarjeta que se supone tienen una cola especial, ni para los de entrada general. Eso sí, dentro del museo ya había bastante gente (abría a las 9 y nosotros fuimos a la 10).
Me sorprendió, no soy yo de entender mucho de cuadros cuando voy a un Museo, pero este está montado de tal forma que te hace pensar que entiendes. Te explica como fue su vida, las inspiraciones de su obra, sus distintas épocas, la relación con su hermano.... vamos que aprendí más en 1 hora y media en el Museo sobre Vincent, que cuando lo estudiaba en el instituto jejeje.
La segunda parada sería la Casa-Museo de Rembrandt (el Rijksmuseum lo descartamos, primero porque no entraba en la tarjeta, y segundo porque ya iban a ser demasiados cuadros)... y es otra de las visitas que merece la pena de Amsterdam. Pequeña pero interesante, con 4 plantas en la que vas viendo distintos objetos con los que el pintor ejecutaba su obra y tomas contacto con una de las mujeres más importantes de Holanda (probablemente la segunda después de Ana Frank), Saskia, la esposa de Rembrandt.
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La habitación de Rembrandt |
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La verdad, me lo esperaba más espectacular por fuera |
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Sí, aquí dentro Mijatovic marcó el de la séptima jejeje |
Terminada la visita, comimos rápidamente en un Burguer y nos fuimos a por las dos últimas visitas del día, Oude Kerk y una que me tenía bastante intrigado, una Iglesia en un ático. Oude Kerk cerraba más tarde así que fuimos a descubrir esa Iglesia.
Ons Lieve Heer op Solder, cuya traducción podría ser, Nuestro señor del ático, era una iglesia clandestina de las muchas que predominaban a finales del XVI cuando el catolicismo estuvo perseguido. Convertida en un pequeño museo con una curiosa disposición, vas subiendo plantas hasta que llegas a una de las joyas escondidas (nunca mejor dicho) de Amsterdam. Es una iglesia metida en un piso (grande, por supuesto jejeje)...tal cual...con su altar, sus bancos, su órgano...una maravilla sinceramente.
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Un gran descubrimiento este sitio |
Ya por último, sería el turno del edificio más antiguo de Amsterdam, Oude Kerk. En resumen, es de las más bonitas de Amsterdam, construida en 1302, ubicada en pleno Barrio Rojo (dato curioso) y alberga la tumba de la mujer de Rembrandt, Saskia.
Vuelta a casa de Alberto y Francina para descansar un poco e ir directos a por el dorsal de la Maratón y encontrarnos con Jess, Koki y Jorge, para después tomar una rica cena y descansar tras un intenso, pero bonito, día en Amsterdam.
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Listos para la maratón! |
lunes, 18 de diciembre de 2017
Diario de un viaje a Amsterdam: día 1: la llegada
Tocaba volver a Amsterdam. La primera, allá por el 2011 creo, no me dejó buen sabor de boca de la ciudad. No me pareció nada especial, quizá porque hacía frío, porque siempre dábamos vueltas por el mismo sitio, porque el avión se retrasó a la ida y a la vuelta...no sé...no me atrajo mucho.
El motivo de la vuelta era correr la Maratón de Amsterdam. Koki y Jorge me convencieron en la media de Lisboa, y de paso aprovechaba para visitar a mi amigo Alberto que lleva allí un tiempo viviendo. Además, Vero no conocía la ciudad y era una buena oportunidad para ello, puesto que la maratón coincidía con el puente de Octubre.
Como me decidí un poco tarde, los vuelos directos a Amsterdam ya habían subido bastante por lo que me tuve que buscar otra opción, y esta fue ir al aeropuerto de bajo coste de Amsterdam...o sea Eindhoven, al que vuela Ryanair y a un precio muy asequible...pero ¡cuidado! echad bien las cuentas antes, porque sí, a nosotros si nos salía rentable, pero el tren que luego te lleva de Eindhoven a Amsterdam, más el tranvía del Aeropuerto de Eindhoven a la Estación de Tren, sale a casi 30 euros por cabeza., así que echad cuentas bien antes de decidiros por la pequeña paliza que supone tanto transporte ;). La vuelta sí que la cogimos con Air Europa el lunes, en el mismo vuelo que mis compañeros, Jess, Koki y Jorge.
Para aprovechar bien, nos fuimos el jueves. La movida de Ryanair con la cancelación de vuelos solo nos afectó en que el vuelo se atrasaba 2 horas, así que salimos de Madrid a las 13:35 y llegamos a Amsterdam sobre las 18 de la tarde.
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El Philips Stadium del PSV |
Vino a recogernos Alberto que trabajaba cerca, y fuimos dando un paseo por los canales hasta su casa, en la que nos quedaríamos los 4 días, y ya de paso conoceríamos a su hija recién nacida, Alana :).
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Inevitable foto con los canales jajaja |
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Que te reciban así, da gusto :) |
Este día no dio mucho más de sí, y la verdadera visita a Amsterdam, comenzaría al día siguiente.
jueves, 16 de noviembre de 2017
Diario de un viaje a Rumanía: conclusiones
Fue un gran viaje. Rumanía es un país por descubrir (solo hemos visto Transilvania y quedan la zona de Maramures y Bucovina y la de Constanza, por lo menos). La gente decía que era muy bonito....bueno es bonito, sí, pero en lo que a paisajes se refiere no es más bonita que cualquier zona del norte de España, o al menos esa es mi opinión.
Es un país que está abriéndose al turismo poco a poco, pero que creo que todavía no está preparado (afortunadamente, por otra parte) para recibir a las masas de turistas que se supone irán en los próximos años, puesto que es un destino al alza.
Es muyyyy barato (para nosotros claro). El guía nos dijo que andaban pensando en entrar en el euro, y yo les dije que era lo peor que podían hacer ya que los precios iban a subir muchísimo y tienen poca calidad de vida. También nos dijo que Bucarest había mejorado mucho en los últimos años y es verdad, porque dista mucho de ser lo que puedes llegar a pensar en un principio. Apenas hay perros y tampoco se ve mucha mendicidad.
Los conductores tampoco son tan kamikazes como se lee por ahí. Se ve algún adelantamiento al límite, pero tampoco muchos y las carreteras, al menos por las que fuimos nosotros (quitando el tramo de Biertan que estaba en peores condiciones) están bastante bien.
Es un país muy recomendable para visitar, porque por el momento no está masificado y es barato, pero que nadie espere ver algo que le marque para el resto de la vida, al menos en mi opinión.
Lo mejor:
Sin duda, Sighisoara, qué ciudad más maravillosa y preciosa y la Transfagarasan y el lago Balea, con la que tengo una deuda pendiente.
Brasov también tiene su encanto y Sibiu en menor medida (me esperaba algo más de esta ciudad).
La gente. Muy amable y nada que ver con la imagen que tenemos aquí de los rumanos.
Lo peor:
La verdad es que no se me ocurre nada. Quizá la idea (por lo que leí) de que muchas personas hablarían español...pero nada más lejos de la realidad. No vayáis con esa mentalidad, porque os encontraréis a muy pocas personas que hablen español.
El Castillo de Bran, aunque ya era esperado, por dentro no tiene nada del otro mundo. Le salva que por fuera es bastante bonito.
Hay que volver a Rumanía :)
miércoles, 15 de noviembre de 2017
Diario de un viaje a Rumanía: día 11: Bucarest - Berlín - Madrid
Todavía nos quedaría algo del viaje, pero ya no sería en Rumanía. Los vuelos para volver directo a Madrid me parecían exageradamente caros siendo Ryanair, así que me busqué las habichuelas para encontrar una buena conexión y esta fue Berlín.
De unos 200 euros por cabeza que costaba el vuelo directo a Madrid, a 25 Bucarest - Berlin y 60 Berlín - Madrid...merecía la pena echar unas horas en una ciudad como Berlín, que siempre se agradece, por ahorrar más de 100 euros por cabeza.
Para no andar cargando con las maletas, habíamos decidido dejarlas en consigna, pero en Schonefeld no están disponible por obras, así que la única opción es dejarlas en la estación central. Nunca lo habíamos hecho y, no sé si será así en todas las estaciones, pero las de la estación central de Berlín son un maravilla. Por 6 euros te entran una maleta grande y dos macutos sin problema jejeje.
No teníamos mucho más de 3 horitas. En un principio habíamos querido ir a los bunkers pero al final no nos dio tiempo, así que dimos un paseo por los alrededores del Parlamento y la Puerta de Brandenburgo y nos volvimos. Ya habíamos estado en Berlín y tampoco hacía mucha falta estresarse por ver cosas que ya estaban vistas jejeje. Al menos conocimos la parte de la estación y vimos una exposición al aire libre en el Tiergarten.
Volvimos a coger el tren hacia el aeropuerto y a esperar un par de horitas hasta las 9 que salía nuestro vuelo...Cómo anécdota decir que en este vuelo había casi más cola con prioridad que normal.
Y ya, 11 días después y bastante cansados llegamos a Madrid. Un gran viaje :)
De unos 200 euros por cabeza que costaba el vuelo directo a Madrid, a 25 Bucarest - Berlin y 60 Berlín - Madrid...merecía la pena echar unas horas en una ciudad como Berlín, que siempre se agradece, por ahorrar más de 100 euros por cabeza.
No teníamos mucho más de 3 horitas. En un principio habíamos querido ir a los bunkers pero al final no nos dio tiempo, así que dimos un paseo por los alrededores del Parlamento y la Puerta de Brandenburgo y nos volvimos. Ya habíamos estado en Berlín y tampoco hacía mucha falta estresarse por ver cosas que ya estaban vistas jejeje. Al menos conocimos la parte de la estación y vimos una exposición al aire libre en el Tiergarten.
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El Reichstag |
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La Expo en el Tiergarten |
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Un clásico ;) |
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La estación central |
Volvimos a coger el tren hacia el aeropuerto y a esperar un par de horitas hasta las 9 que salía nuestro vuelo...Cómo anécdota decir que en este vuelo había casi más cola con prioridad que normal.
Y ya, 11 días después y bastante cansados llegamos a Madrid. Un gran viaje :)
martes, 14 de noviembre de 2017
Diario de un viaje a Rumanía: día 10: El Monasterio Snagov y el Bulevar Unirii de noche
Eso sí, lo primero que hice fue salir a correr a las 7 de la mañana hasta el Parque Herastrau. Lo necesitaba, eran muchos días inactivos jajaja.
A unos 40 minutos de Bucarest en coche, pensábamos que iba a estar lleno de turistas para variar...pero para nuestra sorpresa, todo lo contrario. En un principio creíamos que deberíamos coger una barca para cruzar a la islita en la que se encuentra el Monasterio, pero han hecho un puente por el que se puede cruzar por encima del lago que da nombre al Monasterio a pie.
Antes, hay que dejar el coche en una especia de parking que te lo vigila un hombre que te pide la voluntad (vamos 10 leis...no le deis menos jejeje) por cuidarte el coche y después ya se inicia el camino y en apenas 5 minutos llegas al complejo.
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El Lago Snagov |
Se supone que la entrada al monasterio es gratis, pero claro ya que vas tienes que sacarte alguna foto y por eso te clavan un poco, no recuerdo si eran 30 leis o así, pero bueno hay que pagarlos tampoco pasa nada.
El interior del Monasterio está dedicado a Vlad Tepes, con su tumba como reclamo turístico. Los alrededores merecen la pena hasta acercarse al embarcadero. Incluso si das una vuelta, puedes ver un pozo y ponys atados pastando.
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La tumba de Vlad Tepes |
A la vuelta, por fin me topé con el famoso tráfico de Bucarest pero bueno no era para tanto y teníamos como destino, antes de dejar a Corsita, el estadio del Steaua. ¡Qué decepción! me esperaba algo más de un equipo Campeón de Europa jejeje. Llenamos el depósito y fuimos a dejar a nuestro inseparable compañero de viaje durante estos 10 días.
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¡Adiós Corsita! |
Volvimos a comprar algo para comer, de paso también un Gogosi y descansamos hasta que nos bajamos a la piscina del hotel, con tan mala suerte que 40 min después empezaría una clase por lo que la pudimos disfrutar poco.
Por la noche nos habíamos guardado el plato fuerte que era cenar en el Caru cu Bere. Le había pedido que nos hiciera la reserva a la chica con la que contratamos la visita y la verdad es que ningún problema. El restaurante responde a su fama. Una comida maravillosa y una decoración mejor todavía. Quizá lo peor fueron los bailes, creo que los esperábamos más autóctonos.
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El Caru cu Bere |
Después fuimos a ver el Bulevar Unirii y el parlamento de noche y la verdad es que es bastante bonito.
Y con este buen sabor de boca pondríamos fin a nuestra estancia en Rumanía. Al día siguiente volveríamos a Madrid, pero pasando el día en Berlín ;).
lunes, 13 de noviembre de 2017
Diario de un viaje a Rumanía: día 9: Curtea de Argés (la historia de Manole) - Bucarest
El viaje iba tocando a su fin y el martes iniciábamos el camino de vuelta a Bucarest donde pasaríamos el último día y medio (necesitaba hacer 2 noches para una promo de Novotel y tal jejeje).
Nos levantamos, bajamos a desayunar y madre mía qué desayuno!, la dueña, Mica, nos preparó un desayuno casero que no tenía nada que envidiar a los buffets de los hoteles. Fuimos a ver el Monasterio de Curtea y la verdad que fue un poco decepcionante, aunque había muchísimo movimiento de personas y no de turistas precisamente.
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El Monasterio de Curtea. Es bastante bonito, pero ya habíamos visto muchos similares jajaja |
Lo más interesante del Monasterio es su historia, bueno mejor dicho, la historia de su construcción y de su constructor Manole. En resumen:
El Rey Basarab I encargó la construcción del Monasterio a Manole, por una u otra razón, el Monasterio siempre se venía abajo; preguntaron a un oráculo y les dijo que debían sacrificar el alma de la primera persona humana que se acercara a la obra...
La desgracia se cebó con el arquitecto y la primera persona fue su esposa embarazada que fue a darle una sorpresa...no tuvo otra opción que sacrificarla. Acabó el Monasterio y este se mantuvo en pie y hermoso como se muestra hoy. Pero ahí no acabó la desdicha de Manole. El Rey, para evitar que Manole y sus obreros realizaran otra obra de similar belleza, les encerró en una de las torres del Monasterio. Manole intentó escapar creándose unas alas...no llegó muy lejos y el recorrido desde la torre hasta el lugar en el que cayó queda conmemorado por una fuente dedicada a él.
Una de las historias más bonitas y tristes que aprendimos en el viaje.
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La fuente de Manole |
Llegamo a Bucarest y tras comer en el KFC y una siesta, nos acercamos a la Corte Vieja, que era una de las pocas cosas que nos quedaban por ver. Probablemente sea la parte más bonita de Bucarest, aunque es una zona bastante pequeña.
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La Corte Vieja |
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Cómo no, Vlad Tepes |
Más tarde fuimos a ver el Bulervar Unirii y sus fuentes y entramos al centro comercial para luego ir al Carrefour a comprarnos algo ligero de cenar (unas latas de atún y maíz) porque ya estábamos saturados de comer y cenar fuera. Lo más destacado fue ver la camiseta original del Madrid, la primera, en la tienda de Adidas por....53 euros...porque quiero la tercera, pero estuve muy tentado jejeje.
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El Bulevar Unirii, con el Parlamento al fondo |
viernes, 10 de noviembre de 2017
Diario de un viaje a Rumanía: día 8: Sibiu - Curtea de Arges. La Transfagarasan
Y llegó el día que, personalmente, más esperaba de todo el viaje: conducir por la denominada carretera más espectacular de Europa: La Transfagarasan.
Y como todo el viaje no podía ser perfecto, las predicciones no fallaron y salió un día frío, gris, lluvioso y con niebla...el único día que era imprescindible el buen tiempo no lo hizo...igual que nos pasó en el Perito Moreno.
Tras conducir cerca de 40 min desde Sibiu, llegamos al inicio de la Transfagarasan, al principio no es gran cosa pero te das cuenta de cuando empieza lo bueno cuando haces la primera curva cerrada a la derecha. Claro que ahí la niebla hizo acto de presencia.
La idea era hacer una parada en la Cascada Balea, luego en el Lago Balea y subir andando al Lago Capra. Tras unos 11 km de curvas entre la niebla, intuyendo un paisaje espectacular que no se dejó ver, paramos en lo que pensábamos que nos llevaría a la cascada...me extrañó que no hubiera coches aparcados jajaja...y claro es que ese no era el camino, como bien nos hizo saber un señor rumano que andaba en una ventana.
Avanzamos un par de kilómetros más...y allí ya sí...mucho más coches y mercadillos. No había mucha gente para lo que se supone habitual y es que el día no era para muchas excursiones al aire libre. Bajo una fina lluvia intentamos encontrar la cascada...pero la niebla lo hacía difícil y desistimos del intento porque el GPS no parecía acertar con la ubicación. Creo que no fuimos los únicos que nos quedamos sin verla.
Volvimos al coche y subimos los últimos 2-3 km hasta la cima...el lago Balea. Aquí sí, muchos más coches y un parking de pago (puedes dejarlo en la cuneta también). Lo metí en el parking (no muy caro) y fuimos al mercadillo a coger un paraguas porque empezaba a llover bastante.
Nos acercamos hasta la orilla de lo que supuestamente era el Lago Balea...no se veía más de 2 metros en adelante. Decidimos andar un poco hacia la cabaña que se intuía al otro lado del lago y por fin se fue abriendo algo la niebla y pudimos ver un hermoso lago. Lástima que, tal y como estaba el día, decidimos abortar la subida al Lago Capra, que es más espectacular incluso.
De vuelta al Parking, comenzó a llover muchísimo y no tuvimos más remedio que entrar el hotel restaurante a esperar que amainara un poco la lluvia. Volvimos a coger el coche y parecía que el cielo se había abierto algo (vamos que la niebla se había disipado) así que decidí retroceder un kilómetro hasta el primer mirador y al menos pudimos disfrutar algo de las fabulosas vistas de la Transfagarasan.
Con ese poco me tuve que conformar, pero menos hubiera sido nada. Cruzamos el tunel cerrado durante la mayor parte del año e iniciamos el descenso por el otro lado camino de Curtea. La carretera seguía siendo muy bonita. Lo bueno de ir en coche es que puedes parar en cualquier lado y lo aprovechamos para ver una bonita cascada.
Paramos a comer y después en otra de las paradas obligatoria que es la presa Vidraru, en la que si quieres, puedes hacer un paseo en barco. También pasamos por Poienari, donde está el verdadero Castillo (en ruinas) de Vlad Tepes, pero que ya habíamos decidido no ir porque en el estado de Vero, subir 1500 escalones como que....además días antes cerraron el acceso por la presencia de osos jajaja.
A partir de aquí la carretera ya pierde su encanto y salimos de la Transfagarasan. El descenso son muchos kilómetros y se hace muy largo sobre todo si tienes mucho tráfico, pero merece mucho la pena. No sé si será la más espectacular, porque por ejemplo en los Alpes no he estado, pero desde luego estará entre ellas.
Llegamos a Curtea de Argés y nos alojamos en la Pensión Ioana. Curtea es una ciudad pequeña, con el Monasterio como mayor reclamo. La tarde la aprovechamos para pasear un poco y buscar un lugar para cenar. Elegimos uno que se suponía el mejor (y recomendado por la dueña de la pensión) y no tenía mala pinta...pero el servicio dejó bastante que desear.
Y como todo el viaje no podía ser perfecto, las predicciones no fallaron y salió un día frío, gris, lluvioso y con niebla...el único día que era imprescindible el buen tiempo no lo hizo...igual que nos pasó en el Perito Moreno.
Tras conducir cerca de 40 min desde Sibiu, llegamos al inicio de la Transfagarasan, al principio no es gran cosa pero te das cuenta de cuando empieza lo bueno cuando haces la primera curva cerrada a la derecha. Claro que ahí la niebla hizo acto de presencia.
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Se empezaba a no ver.... |
La idea era hacer una parada en la Cascada Balea, luego en el Lago Balea y subir andando al Lago Capra. Tras unos 11 km de curvas entre la niebla, intuyendo un paisaje espectacular que no se dejó ver, paramos en lo que pensábamos que nos llevaría a la cascada...me extrañó que no hubiera coches aparcados jajaja...y claro es que ese no era el camino, como bien nos hizo saber un señor rumano que andaba en una ventana.
Avanzamos un par de kilómetros más...y allí ya sí...mucho más coches y mercadillos. No había mucha gente para lo que se supone habitual y es que el día no era para muchas excursiones al aire libre. Bajo una fina lluvia intentamos encontrar la cascada...pero la niebla lo hacía difícil y desistimos del intento porque el GPS no parecía acertar con la ubicación. Creo que no fuimos los únicos que nos quedamos sin verla.
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En algún lugar estaba la cascada |
Nos acercamos hasta la orilla de lo que supuestamente era el Lago Balea...no se veía más de 2 metros en adelante. Decidimos andar un poco hacia la cabaña que se intuía al otro lado del lago y por fin se fue abriendo algo la niebla y pudimos ver un hermoso lago. Lástima que, tal y como estaba el día, decidimos abortar la subida al Lago Capra, que es más espectacular incluso.
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Ahí hay un lago... |
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Que no se diga |
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¡Al final pudimos disfrutarlo! ¡Maravilloso! |
De vuelta al Parking, comenzó a llover muchísimo y no tuvimos más remedio que entrar el hotel restaurante a esperar que amainara un poco la lluvia. Volvimos a coger el coche y parecía que el cielo se había abierto algo (vamos que la niebla se había disipado) así que decidí retroceder un kilómetro hasta el primer mirador y al menos pudimos disfrutar algo de las fabulosas vistas de la Transfagarasan.
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¡Por fin se dejó ver la Transfagarasan! |
Con ese poco me tuve que conformar, pero menos hubiera sido nada. Cruzamos el tunel cerrado durante la mayor parte del año e iniciamos el descenso por el otro lado camino de Curtea. La carretera seguía siendo muy bonita. Lo bueno de ir en coche es que puedes parar en cualquier lado y lo aprovechamos para ver una bonita cascada.
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Ventajas de ir en coche |
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El lago y la presa Vidraru |
Llegamos a Curtea de Argés y nos alojamos en la Pensión Ioana. Curtea es una ciudad pequeña, con el Monasterio como mayor reclamo. La tarde la aprovechamos para pasear un poco y buscar un lugar para cenar. Elegimos uno que se suponía el mejor (y recomendado por la dueña de la pensión) y no tenía mala pinta...pero el servicio dejó bastante que desear.
miércoles, 8 de noviembre de 2017
Diario de un viaje a Rumanía: día 7: El museo Astra
Para el segundo día en Sibiu había pensado en ir a la Transfagarassan y hacer la ruta de senderismo hasta el lago Capra y luego volver a Sibiu....para al día siguiente camino de Curtea de Argés, hacer la Transfagarassan entera. Al final decidí que podría ser un poco tontería y le dije a Vero que aprovecharíamos para hacer una visita al considerado Museo Etngráfico al aire libre más bonito del mundo, el Museo Astra...no es que estuviera mal, pero al día siguiente me arrepentiría de la decisión jejeje.
El Museo estaba a apenas 10 minutos del hotel (en coche) y llegamos sobre las 10. No había mucha gente y comenzamos la visita que al principio te entusiasma porque ves casitas de distintas épocas, a las que puedas entrar, algunas incluso tienen una recreación tal cual eran, con sus muebles, televisores, cocinas etc.
También tuvimos la suerte de observar una misa al aire libre en una de las iglesias del museo, que oye es toda una experiencia también.
El Museo es bastante grande (y más si lo alargas con la entrada al Zoo) y a medida que avanzaba el día, la temperatura iba subiendo bastante. Cuando llevas la mitad del recorrido vas pensando que empieza a ser todo un poco repetitivo, hasta que llegues a la parte del lago en la que aparecen los molinos y le da otro aire al museo.
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Una de las casas del museo Astra. |
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Hay que hacer siempre el ganso jejeje |
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Cómo era una escuela rumana |
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También había molinos |
Al final la visita se te va a las 2-3 horas sin hacer nada del otro mundo y es una visita recomendable si vas a estar más de un día en Sibiu y si vas con niños, mucho más, porque a ellos les encantará.
La tarde la dedicamos a cerrar las cosas pendientes que nos quedaban en Sibiu, como entrar a la Iglesia Católica y subir a su torre, que se supone cuesta dinero, pero nosotros subimos by the face :S. Como anécdota, la subida a esta torre tiene tramos en los que temes por tu integridad jajaja...he exagerado un poco pero en algunos tramos si que hay que tener bastante cuidado.
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La Catedral desde la Iglesia Católica |
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La Piata Mare, con cierto parecido a la de Cracovia |
Paseamos por las murallas de la ciudad y el paseo de la fama (en el que conocíamos más bien a pocos personajes) para terminar comiendo un bollo al que ya había echado el ojo el día anterior y no me pude resistir...un Gogosi relleno de vainilla y chocolate...qué cosa más rica y qué cosa más calórica!!!.
La noche la rematamos cenando en uno de los mejores restaurantes de Sibiu (o eso dice Tripadvisor) y la verdad es que bastante bien y paseando por la Piata Mare.
Si no hubiera ido a Sighisoara probablemente hubiera puesto a Sibiu como la ciudad más bonita del viaje, pero tras Sighisoara me dejó una sensación de que me esperaba más.
Por cierto...al atardecer las nubes ya presagiaban lo que iba a ocurrir el día siguiente.
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