lunes, 6 de noviembre de 2017

Diario de un viaje a Rumanía: día 5: Brasov - Prejmer - Harman - Saschiz - Sighisoara

El viaje mejoraba día a día :). Nos quedamos con ganas de ver la Reserva de Osos de Zarnesti, pero no hay tiempo para todo. La siguiente parada sería Sighisoara, pero antes nos desviaríamos para ver las iglesias fortificadas de Prejmer y Harman.

La piscina del hotel...ni tan mal nuestras vistas ;)
Siguiendo el blog que os comentaba el primer día, recomendaban estas visitas y no es para menos. Las ventajas de ir en coche es que no dependes de nada ni de nadie para ir a visitar sitios, así que hicimos el check out del hotel y nos fuimos para Prejmer que está a apenas 20 km de Brasov.

Yo desconocía el significado de las iglesias fortificadas y nada como visitarlas para enterarte de qué va la cosa. Probablemente, esta de Prejmer sea la más impresionante, no en vano obstenta el título de ser la más grande de Europa y está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

Dentro no hay solo una iglesia, hay casas y hasta un colegio, todo dentro de los muros que rodean la fortificación para defenderse y subsistir durante los ataques enemigos.


Una maravilla el interior de Prejmer





La iglesia dentro de la fortificación


Fue una de las mejores cosas del viaje. Recorrimos todo el interior de sus muros y a veces tenías la sensación de que eso se iba a derrumbar en cualquier momento jejeje.


Una gozada (y un poco de miedo) recorrer el interior de los muros

La siguiente parada estaba muy cerca y sería Harman, para visitar la otra iglesia fortificada más famosa de la zona. La iglesia está mejor conservada que la de Prejmer, pero era más impresionante esta última. En Harman subimos a la torre del campanario, pero ¡cuidado! evitad las en punto y las medias, porque como suene la campana, vais a estar un ratito sordos ;).


¡Había que salir de ahí pronto, que iba a sonar!

Mejor conservada, pero menos espectacular que Prejmer
Una vez terminada la ruta de las iglesias fortificadas iniciamos el camino hacia Sighisoara. La idea principal era parar en Viscri, pero tras leer que la carretera estaba en muy mal estado, decidí no jugárnosla con el coche. Paramos en Saschiz, que tiene una iglesia con una impresionante torre (a la que no se puede subir) y una fortaleza a la que tampoco subimos porque hacía mucho calor y había que ir andando.

Lástima no poder subir a esta bonita torre

Tras más de 2 horas de viaje llegamos a Sighisoara. El alojamiento elegido fue Casa Soare, por AirBnB, del que había leído muy buenas críticas y recomendaciones en los blogs y no era para menos. Muy importante que tiene parking privado, puesto que en Sighisoara se paga por aparcar. Está situado a apenas 10 minutos andando del centro y su dueña, Simona, es un encanto.

Lo primero que hicimos fue comer y después comenzamos la visita. Era un día caluroso, pero pronto me quedé enamorado de la ciudad. Antes de nada decir que Sighisoara es famosa por ser el lugar donde nació Vlad Tepes y, como no podía ser de otra forma, está la habitación en la que nació, aunque de eso hablaré más tarde.

Qué bien se come en Rumanía
Es una pequeña ciudad medieval, a la que accedes pasando bajo la Torre del Reloj. Caminos empedrados, casitas medievales, iglesias, murallas con sus torres... en fin una maravilla. Lo primero era visitar la Torre del Reloj. 64 m de altura, símbolo de la ciudad, creada para defender la puerta principal de los ataques a la ciudad. Por supuesto hay que subir escalones, de hecho a veces tienes cierta sensación de peligro, pero merece la pena ver las vistas que hay de toda la ciudad desde arriba. Además, dentro se encuentra el Museo de Historia de la Ciudad, que viene muy bien para hacerte una idea de lo que fue.

Vistas desde lo alto de la torre

La Torre del Reloj presidiendo Sighisoara
Seguimos paseando por la ciudad, viendo el busto de Vlad Tepes, el impresionante edificio del ayuntamiento, la iglesia, la plaza central (amenizada por un Festival de música Étnica, lo que le daba más encanto a la cosa) y llegamos a lugar de nacimiento de Drácula. Ahora es un restaurante y para acceder a la habitación de Drácula te cobran 5 leis....la verdad es que es un poco fraude, puesto que hay una persona haciendo de Drácula en una tumba, que te da un susto....y hace que te hagas una foto con él...y claro te pide la voluntad...y luego hay otra habitación con algún que otro adorno relacionado. Un poco fiasco.


Sus calles son muy bonitas

Aquí, echando el rato con Drácula jajaja
Era hora de descansar un poco para retomar fuerzas y salir a ver el resto de la ciudad, aunque antes fuimos a ver la bonita Catedral Ortodoxa que se ve desde cualquier punto de la ciudad.


Añadir leyenda

Por la noche Sighisoara se vuelve más maravillosa todavía. Salimos al atardecer y fuimos al famoso pasadizo que te lleva a lo alto de la colina donde se halla el Cementerio y una iglesia. Bajamos por el lateral y fuimos bordeando la muralla viendo las diversas torres y puertas de la ciudad hasta que llegamos a un punto ya conocido.

Era hora de cenar y lo hicimos en un italiano a muy buen precio y de los mejores del viaje. La comida estaba muy rica. Rematamos la noche dando otro paseo por la plaza, llena ya de gente viendo el festival de música étnica, nos asomamos al mirador de la ciudad y nos deleitamos una y otra vez con las vistas nocturnas, con la catedral como fondo.

Una ciudad preciosa, de día y de noche

¡Y qué decir de la catedral iluminada!

A primera hora de la tarde, a pleno sol, vacía, pero por la noche la plaza estaba llena para el Festival

El acceso principal a Sighisoara...sin palabras :)
Medio día en Sighisoara bastó para que pase a ser uno de mis lugares favoritos.

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