martes, 26 de diciembre de 2017

Diario de un viaje a Amsterdam: conclusiones

Pues sí, esta vez puedo decir que Amsterdam es una ciudad más que recomendable para pasar un fin de semana (y se te va a quedar corto).

Para volar más barato recomiendo volar a Eindhoven con Ryanair, eso sí, echad bien los cálculos puesto que el billete de tren hasta Amsterdam, solo ida, cuesta casi 20 euros, pero lo normal es que salga rentable echar 1 hora más de viaje por ahorrar bastantes euros jejeje.

Es bonita Amsterdam, en mi opinión no llega al nivel de Budapest, Roma, Edimburgo o Lisboa (incluso Berlín), pero es bonita. Depende lo que te guste el arte podrás visitar  más o menos museos, pero aunque no te guste mucho, como es mi caso, no deberías dejar de ir al Museo Van Gogh, al de Rembrandt y a la Casa de Ana Frank (aunque nosotros no fuimos).

También es recomendable hacer un crucero por los canales y visitar la Sinagoga Portuguesa y el Museo Judío y sobre todo, la Iglesia en el ático

Por supuesto que hay que pasear por el Barrio Rojo, la plaza Dam, el mercado de las flores, los distintos mercadillos que hay por la ciudad y para moverse es imprescindible usar el tranvía, aunque la zona centro se puede realizar a pie tranquilamente.

Quizá lo que menos nos gustó de Amsterdam fue Nieuwe Kerk, cuya entrada es muy cara (aunque está incluida en la Amstedam Card) y la verdad es que no merece para nada la pena.

Por último, nosotros si que recomendamos comprar la tarjeta turística que te incluye el transporte (que no es barato) y la visita a las principales atracciones, salvo la Casa de Ana Frank y el Rijksmuseum (para el que hay un descuento).

Dar las gracias una vez más a Alberto y Francina que nos hicieron la estancia todavía más maravillosa:).



viernes, 22 de diciembre de 2017

Diario de un viaje a Amsterdam: día 5: La sinagoga portuguesa y la iglesia de San Nicolás

Último día, o mejor dicho, medio día en Amsterdam. Había que aprovechar para hacer compras y cerrar alguna visita pendiente. Lo primero que hicimos fue ir a ver lo que nos quedaba del barrio judio, es decir la Sinagoga Portuguesa y los dos museos.

La Sinagoga es otro de los lugares que merecen la pena de Amsterdam, en poco menos de 1 hora, te haces una perfecta idea de cómo era la vida en estos lugares, sus costumbres y sus miedos. Además con la audioguía en español te enteras de muchos detalles.

El interior de la Sinagoga (del edificio principal)
De los otros dos museos (uno está enfrente del otro) no recuerdo muy bien sus nombres, pero están cerca de la Sinagoga. Solo merecía el primero, que tenía un patio con un obelisco en homenaje a las víctimas. Era el antiguo teatro, restaurado como museo conmemorativo. El otro que estaba enfrente, no nos pareció muy interesante, además la mitad estaba en obras.

El antiguo teatro
Después, ya como última visita, fuimos a ver la Iglesia de San Nicolás. No sale en muchas guías creo, (como de las más recomendadas) pero sin duda es, la más bonita de Amsterdam. Está al lado de la estación central y es una mezcla de dos estilos arquitectónicos: el neorrenacentismo y el neobarroco.

La Iglesia de San Nicolás (había misa y no pudimos entrar mucho)
Y ya solo nos quedaba tiempo para realizar compras, volver a casa a despedirnos de Francina y Alana (de Alberto lo habíamos hecho en la mañana), comer e ir al aeropuerto para volver a Madrid.

Otro estupendo viaje, con unas grandes anfitriones que ponía fin a 12 meses de grandes viajes iniciados en Argentina, pasando por Edimburgo, Lisboa y Rumanía, para finalizar en Holanda.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Diario de un viaje a Amsterdam: día 4: La Maratón y el barrio rojo

Llegó el día...puedo decir que es la Maratón peor preparada que he llevado...se juntaron un cúmulo de cosas que realmente me hicieron temer que fuera capaz de terminarla.

Primero, realmente creo que me sobró apuntarme jejeje, después de un Ironman, experimentas un bajón de ganas, de objetivos, como si ya no hubiera nada más...y realmente es casi así jajaja.

Segundo, quería bajar de 3:45, y empecé a entrenar el día 1 de agosto, tras parar unos 20 días tras el Ironman....pero claro a los 3 días, me dio por jugar una pachanga en el pueblo (hacía 5 años que no jugaba al fútbol) y me jodí el aductor....10 días parados, que se juntaron los otros 10 del viaje a Rumanía, suponía 20 días, más el parón post Ironman, más los kilos cogidos en consecuencia....hicieron que me presentara al 15 de octubre con 7-8 kilos más de lo que tenía en Madrid.

Poco más de 1 mes tuve para prepararla en el que el objetivo era claro....terminarla dignamente, es decir, corriendo (a poco que no pudiera correr, abandonaría) y rondar las 4 horas 15, así que obviamente el entrenamiento se basó en tiradas más o menos largas a ritmo bajo para al menos llegar con fondo para una prueba tan larga.

La salida era a las 9:30...y yo entré al estadio a las 9:20 jajaja....Mola salir del estadio y terminar también, es una bonita experiencia que ya pude vivir en Sevilla.

Qué feliz voy siempre al principio jajaja
Pistoletazo de salida...a los pocos metros siento que el gemelo izquierdo va molestando demasiado y pienso que es demasiado pronto para eso...pero realmente duele, llegamos al kilómetro 2 aproximadamente, dentro de Voldenpark, donde me estaba esperando Vero, la digo que me duele...decido bajarme la media comprensiva y...milagro,se fueron los dolores. El fisio me había pinchado el lunes y el gemelo no debería estar del todo bien todavía.

Maratón fácil, para hacer marca, pero para mí era imposible. Tampoco iba fino de estómago, me sentía pesado, paré como 4 veces a orinar y 1 a hacer aguas mayores.

Los primeros 20 km mantuve un ritmo digno para lo que se esperaba...5:50 aprox...poco a poco iban subiendo los km...un parque en el que corrimos durante 10 km se me hizo eterno, ya estábamos casi en el km 30 y a partir de aquí el ritmo empezó a bajar poco a poco...Km 35, ya iba a terminar si o si, los músculos empezaban a dar síntoma de fatiga, pero se notaba lo que había ido al gimnasio a fortalecer aductores en comparación a Vitoria.

Ya en el km 40 digo que voy a intentar andar ese km para luego acabar bien pero, increíblemente, prefiero seguir corriendo (bueno trotando) a andar, porque me duelen menos las piernas.

Entramos en el estadio...tiempo total 4:31...pero si descontamos las paradas sale 4:21 o así...ni tan mal...No es para estar orgulloso ni mucho menos, pero sí por los problemas que tuve para prepararla.


Objetivo cumplido

Me reúno con Koki y Jorge mientras esperamos a que entren Jess y Alberto que corrían la media maratón. Para Alberto era su primera y muy orgulloso de que la terminara.

Aquí, con los cracks de Trimad, Jorge y Koki

Reseñar que me pareció una maratón bastante cutre en su final....ni una mísera bolsa con alimentos y el avituallamiento final consistió en agua y plátanos....en fin.

Alberto, Francina, Alana, Vero y yo. ¡Gracias!

Nos tomamos una merecida cerveza y fuimos caminando a casa por Voldenpark. Nos duchamos, descansamos un poco y todavía saqué fuerzas para llevar a ver a Vero el Barrio Rojo en su habitat natural, la noche.

El Barrio rojo en su hábitat natural

La Plaza Dam


miércoles, 20 de diciembre de 2017

Diario de un viaje a Amsterdam: día 3: el crucero por los canales, Nieuwe Kerk, el mercado de las flores y el museo judio.

Este día tendría que ser algo más tranquilo a la fuerza, puesto que el día anterior a una maratón no conviene hacer mucho turisteo andando. Lo primero que hicimos fue el crucero por los canales que, por supuesto, iba incluido en la Amsterdam City Card. Lo hicimos con la compañía lovers canal cruise y bien, con audioguía en español y un capitán gracioso en lo que le entendíamos jejeje. El crucero te lleva por las zonas más importantes de Amsterdam y la verdad es que merece la pena.


Hacía fresquete a bordo del barco


La segunda visita era Nieuwe Kerk...en plena Plaza Dam. Es la iglesia nueva de Amsterdam y promete mucho más por fuera de lo que es por dentro, además es bastante cara, pero como estaba incluida en la tarjeta, pues había que verla, pero el interior de verdad que es bastante decepcionante, sobre todo porque estaba ocupada por dos exposiciones...no tenía pinta de ser fea, pero con la exposición ocupando toda la iglesia, lo era...mucho más bonita Oude Kerk.



Cómo estropear una iglesia jajaja
Volvimos a casa para recoger a Alberto, Francina y Alana y darnos una vuelta para salir a comer. El plan era pasar por el mercado de las flores y ver la Sinagoga Judía. Dando un agradable (y largo) paseo.

En el mercado de las flores aprovechamos para comprar....pues eso  jejeje, pasamos nuevamente por el mercadillo de Waterloo, por la plaza Rembrandt (en la que había una escultura dedicada al pintor) y llegamos a la Centro Judío. La visita se divide en 4 espacios, separados entre ellos y para los que solo hay que pagar una vez y te dan la entrada para los 4 (que también están incluidos en la Amsterdam Card). Al ser sábado la Sinagoga estaba cerrada, pero no hay problema porque la entrada te vale para visitar los museos que no puedas hacer en el mismo día, durante 30 días.

El mercado de las flores, como siempre, a rebosar de gente

Monumento a Rembrandt

Entramos en el Museo Histórico Judío y resultó ser más grande (y bonito de lo esperado), a poco que le dediques tiempo y lo quieras ver en profundidad...se te van a ir 2-3 horas mínimo, pero muy bien aprovechadas.

El museo judío
Ya eran casi las 4 de la tarde y no había tiempo para más visitas porque había que comer. Claro a esas horas en Amsterdam, complicado, así que tiramos de Kebab.

No había tiempo para más porque al día siguiente tocaba la Maratón, y no es bueno hacer mucho turismo el día de antes, y ya habíamos andado mucho jejeje.

Ya solo quedaban preparar las cosas, cenar y descansar para madrugar al día siguiente.


martes, 19 de diciembre de 2017

Diario de un viaje a Amsterdam: día 2: Van Gogh, Rembrandt, Amsterdam Arena, Oude Kerk y la iglesia en el ático

El segundo día era el más intenso de todos, porque teníamos que aprovechar a ver muchas cosas jejeje. Lo primero fue ir a recoger la Amsterdam Card (I amsterdam city card) que no pudimos recogerla el día anterior a la llegada porque la tienda estaba cerrada y antes de seguir con la crónica, opinión sobre la tarjeta.

Si vas a pasar 3 o más días en Amsterdam, yo diría que es imprescindible. Hay varias modalidades, pero yo creo que las tarjetas de 1 y 2 días no salen rentables porque no te va a dar tiempo a ver todo...si crees que puedes hacerlo, entonces sí, la de 2 días... Nosotros cogimos la de 3 días para aprovechar viernes, sábado, domingo y mañana del lunes, porque lo bueno de esta tarjeta es que dura 72 horas...Así que si la activas a las 11 del viernes, te dura hasta las 11 del domingo. A poco que uses el transporte público y veas 3-4 museos o iglesias, está más que amortizada, así que...SÍ, ES RECOMENDABLE hacerte con una.

La primera visita sería el Museo Van Gogh (no lo vi en mi primera visita, bueno ninguno en realidad). Tenía bastante miedo a la cola que nos podríamos encontrar....pero oye...limpio...nadie en la cola...ni para los de la tarjeta que se supone tienen una cola especial, ni para los de entrada general. Eso sí, dentro del museo ya había bastante gente (abría a las 9 y nosotros fuimos a la 10).

Me sorprendió, no soy yo de entender mucho de cuadros cuando voy a un Museo, pero este está montado de tal forma que te hace pensar que entiendes. Te explica como fue su vida, las inspiraciones de su obra, sus distintas épocas, la relación con su hermano.... vamos que aprendí más en 1 hora y media en el Museo sobre Vincent, que cuando lo estudiaba en el instituto jejeje.

La segunda parada sería la Casa-Museo de Rembrandt (el Rijksmuseum lo descartamos, primero porque no entraba en la tarjeta, y segundo porque ya iban a ser demasiados cuadros)... y es otra de las visitas que merece la pena de Amsterdam. Pequeña pero interesante, con 4 plantas en la que vas viendo distintos objetos con los que el pintor ejecutaba su obra y tomas contacto con una de las mujeres más importantes de Holanda (probablemente la segunda después de Ana Frank), Saskia, la esposa de Rembrandt.

La habitación de Rembrandt
Salimos y pasamos por el mercadillo de Waterloo para coger el metro en la estación del mismo nombre rumbo a nuestra tercera visita de la mañana: el Amsterdam Arena. La tarjeta turística incluye la visita y no era plan de desaprovecharlo. La verdad es que me esperaba un estadio más bonito por fuera, más fotogénico (al estilo del precioso estadio de Varsovia), pero bueno qué se le va a hacer. Aquí tuvimos mala suerte, porque había una visita a las 12:45...y esperando en la cola justo se cerró el cupo delante nuestra...así que tuvimos que esperar hasta las 13:30.

La verdad, me lo esperaba más espectacular por fuera
La visita también es un poco fraudulenta jejeje, nada que ver con el Bernabéu o San Siro. Pero al menos cuando entras al césped del estadio te compensa un poco saber que ese fue el lugar donde el Real Madrid comenzó su historia moderna.

Sí, aquí dentro Mijatovic marcó el de la séptima jejeje

Terminada la visita, comimos rápidamente en un Burguer y nos fuimos a por las dos últimas visitas del día, Oude Kerk y una que me tenía bastante intrigado, una Iglesia en un ático. Oude Kerk cerraba más tarde así que fuimos a descubrir esa Iglesia.

Ons Lieve Heer op Solder, cuya traducción podría ser, Nuestro señor del ático, era una iglesia clandestina de las muchas que predominaban a finales del XVI cuando el catolicismo estuvo perseguido. Convertida en un pequeño museo con una curiosa disposición, vas subiendo plantas hasta que llegas a una de las joyas escondidas (nunca mejor dicho) de Amsterdam. Es una iglesia metida en un piso (grande, por supuesto jejeje)...tal cual...con su altar, sus bancos, su órgano...una maravilla sinceramente.

Un gran descubrimiento este sitio

Ya por último, sería el turno del edificio más antiguo de Amsterdam, Oude Kerk. En resumen, es de las más bonitas de Amsterdam, construida en 1302, ubicada en pleno Barrio Rojo (dato curioso) y alberga la tumba de la mujer de Rembrandt, Saskia.

Muy bonita Oude Kerk

Vuelta a casa de Alberto y Francina para descansar un poco e ir directos a por el dorsal de la Maratón y encontrarnos con Jess, Koki y Jorge, para después tomar una rica cena y descansar tras un intenso, pero bonito, día en Amsterdam.

Listos para la maratón!
En solo un día, Amsterdam ya me había dado una impresión totalmente diferente a la que tenía de ella.



lunes, 18 de diciembre de 2017

Diario de un viaje a Amsterdam: día 1: la llegada

Tocaba volver a Amsterdam. La primera, allá por el 2011 creo, no me dejó buen sabor de boca de la ciudad. No me pareció nada especial, quizá porque hacía frío, porque siempre dábamos vueltas por el mismo sitio, porque el avión se retrasó a la ida y a la vuelta...no sé...no me atrajo mucho.

El motivo de la vuelta era correr la Maratón de Amsterdam. Koki y Jorge me convencieron en la media de Lisboa, y de paso aprovechaba para visitar a mi amigo Alberto que lleva allí un tiempo viviendo. Además, Vero no conocía la ciudad y era una buena oportunidad para ello, puesto que la maratón coincidía con el puente de Octubre.

Como me decidí un poco tarde, los vuelos directos a Amsterdam ya habían subido bastante por lo que me tuve que buscar otra opción, y esta fue ir al aeropuerto de bajo coste de Amsterdam...o sea Eindhoven, al que vuela Ryanair y a un precio muy asequible...pero ¡cuidado! echad bien las cuentas antes, porque sí, a nosotros si nos salía rentable, pero el tren que luego te lleva de Eindhoven a Amsterdam, más el tranvía del Aeropuerto de Eindhoven a la Estación de Tren, sale a casi 30 euros por cabeza., así que echad cuentas bien antes de decidiros por la pequeña paliza que supone tanto transporte ;). La vuelta sí que la cogimos con Air Europa el lunes, en el mismo vuelo que mis compañeros, Jess, Koki y Jorge.

Para aprovechar bien, nos fuimos el jueves. La movida de Ryanair con la cancelación de vuelos solo nos afectó en que el vuelo se atrasaba 2 horas, así que salimos de Madrid a las 13:35 y llegamos a Amsterdam sobre las 18 de la tarde.

El Philips Stadium del PSV

Vino a recogernos Alberto que trabajaba cerca, y fuimos dando un paseo por los canales hasta su casa, en la que nos quedaríamos los 4 días, y ya de paso conoceríamos a su hija recién nacida, Alana :).

Inevitable foto con los canales jajaja

Que te reciban así, da gusto :)

Este día no dio mucho más de sí, y la verdadera visita a Amsterdam, comenzaría al día siguiente.