viernes, 30 de junio de 2017

El camino hacia el Ironman de Vitoria: Triatlón Sprint de la Casa de Campo

Este no estaba previsto en el calendario, pero a última hora lo añadí como parte de una bonita iniciativa del Club Trimad, #apadrinauntriatleta que consistía en que deportistas más experimentados en el triatlón, ayudaran a los que iban a debutar por primera vez en este apasionante mundo.

Así que me dije, ¿por qué no?, es un sprint, para soltar piernas después del half de Bilbao...puede venir bien, ya que no voy a competirlo sino que iré todo el rato con mi apadrinado.

Así que allí nos juntamos unos cuantos triatletas veteranos y otros novatos. Mi ahijado era Pelayo, un chico que había empezado en Trimad hace tiempo, pero que lo dejó por motivos laborales y no sé si llego a debutar en tri, así que era como si debutara.

El agua estaba extraordinaria, nada que ver con el finde anterior en Bilbao. Los casi 25 grados que marcaba el Lago de la Cdc hicieron que el neopreno estuviera prohibido, pero al ser un sprint, no me lo habría puesto.

Padrinos y ahijados listos para empezar!
Con mi ahijado, Pelayo
Cara de concentración

Tras los últimos consejos a Pelayo, nos lanzamos al agua, yo fui nadando todo el rato con él, porque para los que debutan en triatlón, incluso para algún nadador experto, la natación es el sector más agobiante. Iba parando, mirando a Pelayo, sin prisa...me sorprendí porque hacía pie...pero tampoco quise pisar mucho, quién sabe los secretos que aguarda el fondo del lago de la Casa de Campo jajaja.

En la última boya le dije a Pelayo que me adelantaba y le esperaba en la salida, y la verdad es que hice unos 200 metros bastante rápidos. A la salida del lago, muchos compis de Trimad me decían que corriera, que por qué iba andando...yo creo que no sabían que estaba esperando a Pelayo jejeje.

Nadando a la par con Pelayo

Salimos en la bici y pusimos un buen ritmo, pasando a mucha gente, con una buena subida a Garabitas....comenzamos la segunda vuelta...seguimos con buen ritmo....coronamos Garabitas...bajamos el primer tramo antes de la pequeña subida hasta el cruce del Teleférico...yo iba un poco adelantado y de repente oigo...."ostia ostia" y un golpe....miro para atrás esperando que no sea Pelayo...era él....


Un "pro" (modo ironía on) que luchaba por quedar el 300 en vez del 310...pasó por su izquierda sin avisarle...le metió el manillar y lo tiró....pero lo peor no fue eso, que estás en una competición y puede pasar...lo peor fue que no se paró. Lástima que no me quedé con el dorsal del que había sido, me habría ido a por él al final.

Pelayo quedó destrozado...todo el costado izquierdo raspado y quemado del asfalto...el tritraje roto...qué putada!, en su primer tri :(. Esperé a que viniera la ambulancia y ya seguí para acabar el tri...todos me preguntaban que qué me pasaba....se lo decía pero creo que no se enteraban mucho hasta que al final se lo dije y fliparon...

Subiendo el teleférico con cara de mala ostia y sin ganas.

Antes, en el mundo del triatlón, había educación y preocupación si a alguien le pasaba algo...hoy en día, con la popularización de este deporte, está pasando un poco como con el fútbol...muchos se creen, Noya, Alarza o Mola....y claro....en fin.

jueves, 29 de junio de 2017

El camino hacia el Ironman de Vitoria: Half de Bilbao

Desde la maratón de Madrid, la cosa ya se ponía seria y con el Half de Bilbao, el 20 de mayo, iniciaría 4 findes (bueno 5) consecutivos de competiciones (que en realidad eran entrenamientos).

El Triatlón de Bilbao destacaba por tener una bici dura...pero lo realmente duro fue la natación. Vero y yo salimos el viernes a sobre las 10 y llegamos a Bilbao a eso de las 2, prácticamente los primeros de la nutrida representación que tendría el Club Trimad en este triatlón. Recogimos el dorsal y nos fuimos para el hotel a dejar las cosas y comer. La verdad es que yo tenía el País Vasco por un sitio caro para comer, pero si no buscas nada especial, es bastante asequible. Después de una merecida siesta, fuimos a hacer un poco de turismo, cenar y descansar para afrontar el primer triatlón desde que acabé el Ironman, allá por octubre de 2015.

Fuimos muchos de Trimad, la mayoría a hacer la distancia olímpica que comenzaba una hora antes que el half, cosa que yo odio, pero bueno todo llega y era el momento de lanzarse al agua.

Natación: No prometía mucho la cosa, primero por lo sucia que estaba el agua... El lago de La Casa de Campo al lado de la Ría de Bilbao, es un lago cristalino. El agua estaba fría, muy fría, probablemente la más fría en la que he nadado, y eso lo llevo muy mal. Como sería la cosa que nos metimos en el agua, y los pies se me quedaron dormidos cuando no llevaba ni un minuto, por lo que me salí hasta que casi fuera el momento de la salida.

La ría...llena de mierdas y enfermedades (ver actualización)

Con cara de...voy al matadero...y casi...

El caso es que en los primeros 700 m tuve la sensación de que estaba nadando muy bien, claro que ibas a favor de corriente y eso ayudaba...el infierno vendría al girar y hacer el tramo largo a contracorriente. Pensaba que seguía nadando bien, iba cómodo, sin agobios, ritmo estable, aunque notaba que se me estaba haciendo largo....me da por mirar el reloj y... ¡39 minutos y aún me quedaban como 500 metros! no me lo creía...obviamente eso hace que te de un bajón de ánimo, pero seguí y apenas 100-200 metros después...zasca...mi amigo el gemelo hacía su aparición, como aquel 3 de octubre en Monte Gordo...pero esta vez no había medusas ni nada que lo provocara, así que la situación era incomprensible.

Pedía asistencia porque me dolía mucho, me dijeron que si me quería subir en la barca, yo pensaba que para abandonar (luego me di cuenta de que, probablemente, fuera para estirar), obviamente me negué. Quedaban unos 300-400 metros y si en el Iberman hice casi 2500 m con el gemelo subido...400 no iban a ser problema...así que tiré y salí del agua como buenamente pude. 52 minutacos...para flipar, pero bueno también es verdad que estuve parado cerca de 4-5 por el gemelo.

(ACTUALIZACIÓN): No exageraba con lo de el agua llena de mierda. Han aparecido 3 casos de participantes en el triatlón que han contraído Leptospirosis, una enfermedad bacteriana, que se contagia a través de los animales (orina de rata entre otras cosas) y que puede ser mortal si no se trata a tiempo. Por fortuna yo (y mis compañeros) nos hemos librado....pero estaba claro que de ese agua no podía salir nada bueno.

Ciclismo: En la transición me encuentro a Jon, y para rematar la faena de la natación, primero se me queda atascada la cremallera del neopreno...y una vez desastacada (con ayuda de Jon) veo que la cuerda del tritraje se ha quedado atrapada en la cremallera del neopreno y no hay forma de sacarla!!!!. Le digo a Jon que vaya saliendo....se me ocurre sacar la multiherramienta que viene con una navajita y corto la cuerda....tras casi 10 minutos puedo empezar la bici...cuando los primeros ya llevaban media hora rodando...

El problema de este sector era que, si te doblaban, estabas automáticamente descalificado. En mi vida he corrido en la bici con tanta presión...encima me meaba, mucho, hasta tal punto que era incómodo acoplarme, casi ni podía, pero claro, no podía parar porque todos los minutos contaban.


Dándolo todo, que vienen por detrás!!!!
La única dificulta del recorrido era el puerto de El Vivero, un puerto corto (unos 5 km) pero con un desnivel aceptable. Según mis cálculos iba bastante justo, pero una vez entré en las calles de Bilbao, ya empecé a respirar porque sabía que no me iban a doblar...por los pelos...Vero me dijo que el primero entro unos 6-7 min después de mi....muchos se quedaron fuera.

La segunda vuelta la hice algo más relajado, sabedor de que ya no me doblarían, aunque estaba el tiempo de corte, que finalmente aumentaron algo, de lo contrario hubiera estado muy al límite. Circunstancia que me impidió poder parar a mear...así que seguía con la vejiga a punto de estallar.

El circuito de bici lo habían vendido como muy duro...fue más bonito que duro. El Vivero se sube bien (2 veces) y, por ejemplo, Ribadesella, fue mucho más duro.

Esto ya está...ahora solo queda una media maratón jejeje
Acabé la bici en 3:20...bastante aceptable para el circuito que era y para haber hecho solo todo el recorrido.

Carrera: Esta vez la transición fue sin problemas...lo único que quería mear en unos baños que teníamos los triatletas en la transición, pero me hacían dar toda la vuelta y pasé....así que seguía hinchado y...es muy difícil correr así jajaja. Llevo buen ritmo en la carrera, y veo a Vero y el resto de compis de Trimad en el primer avituallamiento. Tomo un gel, bebo agua y sigo a un ritmo de 5:15 aprox...hasta que en el km 3 veo el oasis...unos baños...esta era la mía....no exagero si os digo que entre que te bajas el tritraje y lo que me tiré orinando, tardé cerca de 5 minutos, pero fueron la gloria.

Vamos bien, vamos bien

A partir de aquí ya solo era sumar km por el paseo de la Ría, que se ve mucho mejor desde arriba que desde abajo. Me cruzó con Nacho, con Sergio, con Miguel, todos me sacan una vuelta mínimo, pero yo ya tengo el objetivo prácticamente conseguido. El segundo paso por el avituallamiento refleja lo que es el Club Trimad...da gusto competir con tanta buena gente a tu lado. Al final, como siempre, el cansancio y el calor van haciendo mella. Empiezo a valorar el haber terminado un Ironman, porque si me decían que tenía que hacer otros 21 km más...sería incapaz...

This is Trimad!
Termino, entre los gritos y aplausos de mis compis, en 6:34, pero, por ritmos, ha sido mi mejor half, superando a Ecotrimad. La media maratón, en tiempo neto, la hice en 1:59, y eso para mí es un subidón jejeje. Si no hubiera sido por la natación y todos los problemas derivados, el tiempo hubiera sido mucho mejor, pero el objetivo estaba hecho, terminar un nuevo Half.

Saboreando la llegada








Otro Half para la saca!



miércoles, 28 de junio de 2017

El camino hacia el Ironman: la maratón de Madrid


Realmente no es necesario hacer una maratón para preparar el Ironman, pero viene tan bien para la preparación y para la cabeza, que yo diría que es recomendable. Por fin estaba en la línea de salida de la maratón de mi ciudad. El objetivo era hacer 3:45...o sea, una media de 5:20, en una maratón bastante exigente, con más de 400 m de desnivel. Al final, fui un poco más realista y puse el objetivo en 3:50.

Día perfecto para la práctica del running, con un poco de frío al primera hora (unos 12-13 grados hacía), pero rápidamente subiría la temperatura. Como siempre, unos cuantos del Club Trimad estábamos en la línea de salida, con distintos objetivos, pero con las mismas ganas.

En nuestro cajón nos colocamos, Jorge, Jeff y yo. Se dio la salida y, a pesar de los más de 20000 runners que éramos, se podía correr bastante bien. El objetivo era llegar hasta Sinesio Delgado a un ritmo cercano a 5:20 para luego aprovechar los casi 10 km en terreno descendente para ganar tiempo al crono para cuando llegara la parte dura. Y la verdad es que fui bastante bien, eso sí, antes del km 5 tuve que parar a mear, porque iba bastante incómodo corriendo.

Aquí con 3 grandes, Óscar, Javito y Jorge...¡Cómo corren!

En Plaza Castilla busqué a mis padres, pero no los vi, aunque ellos dicen que sí me vieron, lástima :(, y justo en este punto empezaban los km muy favorables, hasta prácticamente la Casa de Campo.

Iba corriendo bastante bien, a pesar del miedo a que la cintilla (de reciente aparición tras la media de Lisboa) me fuera a dar guerra. Pasé la media maratón en 1:53 (tiempo neto, descontando las paradas en los avituallamientos) con lo que llevaba un ritmo bastante superior al estimado, pero, a partir de aquí, el ritmo medio iría aumentando km a km. Antes, habíamos pasado por Sol, dónde me encontré por primera vez a Vero, Carmen y mi sobri Sergio, que me estaban esperando para darme fuerzas.

A pesar de que empezaba a notarse el calor, el hecho de correr por las calles de Madrid a una hora tan temprana, hacía que el sol no estuviera muy encima y que los edificios nos dieran bastante sombra, así que se llevaba bien. Mi objetivo fundamental era llegar al km 30, en el que estaría todos nuestros compañeros de Trimad, animándonos con música en la tienda de Trimad. un par de km antes, al entrar en la Casa de Campo, ya empezaba a notar que la cosa se iba a endurecer.

El paso por el km 30 es de agradecer:). Para mi sorpresa, un poco más adelante estaban de nuevo Vero y Carmen, aunque ya sin Sergio, lo que me dio más ánimos para el tramo duro que comenzaba.

En el km 30 con la estrella pop, David y Miguel


Y justo, a partir de la Riviera, cuando giras hacia la Calle Segovia, empieza el infierno. Un poco antes, y para mi mayúscula sorpresa, me encontré a Sergi con problemas estomacales :(, una pena, porque estaba haciendo una maratón fantástica. Una vez más, aunque aquí si lo esperaba, Vero y Carmen estaban para darme el último empujón para afrontar los 8 terribles km que quedaban.

Parece que es el paso por Cibeles...pero al final...por los cadáveres que quedan jajaja

Yo tenía la esperanza que al llegar a Embajadores, la cosa iba a ser más suave pero, lo que normalmente no es casi ni una subida de un 1%, con 37 km en las piernas y el calor...te parece un muro del 7% jajaja. Me paré en mi lugar de trabajo, La Casa Encendida, a tomar el último gel, beber algo y continuar para los interminables últimos 6 km...

Jamás pensé que el tramo desde Atocha, hasta el Retiro, pero alargando por la calle Alcalá, Velázquez y demás, se me fuera a hacer tan duro...pero al final se terminó, vaya si se terminó, con un tiempo neto de 3:52...aunque claro casi 43 km....como siempre...Strava me marcó la maratón en el tiempo objetivo clavado...3:50 jajaja.

Entrando en meta

Había bajado en 12 minutos mi marca de Sevilla, en una maratón que era muchísimo más dura, así que acabé muy contento :). El 3:45 lo dejamos para octubre en Amsterdam.
Segunda maratón :)







lunes, 26 de junio de 2017

El camino hacia el Ironman de Vitoria: La media maratón de Lisboa

La tercera prueba de la temporada ya era algo más seria: la Media Maratón de Lisboa. Siempre la quise correr, pensando que cruzaba el puente de 17 km, luego me di cuenta que eso lo hace la Maratón y no la Media Maratón jajaja, pero por lo que costaba la inscripción y el vuelo...merecía la pena volver a Lisboa una vez más.

Fue un viaje exprés en el que conocí a Jorge y Óscar, con los que solo había tenido contacto via Whatsapp. Son dos miembros de la nueva generación de Trimad :), grandes corredores y excelentes personas :). Además, por supuesto, vino Vero conmigo. Viajamos el sábado por la tarde, corrimos el domingo por la mañana y volvimos el domingo por la tarde jejeje.

Me puse como objetivo bajar de 1:45, puesto que es una Media Maratón muy llana, a nivel del mar, y bastante propicia para batir marcas.

Muchísimo ambiente a lo largo de la tarde y la mañana de la carrera, no obstante, eramos más de 20000 corredores dispuestos a batir sus marcas. El día iba a ser caluroso...más de lo que pensábamos y cometimos un grave error....no llevarnos una botella de agua para irnos hidratando mientras esperábamos en la salida.

Aquí estamos los 3, con nuestro flamante dorsal
Con tanta gente había que llegar pronto, y estábamos en la zona de peajes del puente 25 de abril una hora antes de la salida. Claro...al sol y con esa temperatura, el calor iba haciendo mella en nuestro cuerpo, aunque no nos dábamos cuenta.

Antes de empezar, con muchos ánimos!

Lo malo de estas carreras es que cuando se da la salida, tienes que ir pasando a muchísima gente, y cuesta coger ritmo. Óscar y Jorge empezaron rápido a pasar gente y yo lo intentaba, pero entre la gente y que las rejillas del puente, era complicado coger ritmo.

Los primeros km son bastante rápidos, de hecho hay más descenso que llano, hasta el km 6 o así que empieza el interminable llaneo por el la ribera del Tajo.

Voy bastante bien, aunque desde el primer kilómetro hay desfase entre lo que marca el gps y la medición oficial de la prueba. No obstante, paso por el km 5 en menos de 25 minutos, con lo que vamos muy bien para el objetivo de bajar de 1:45, pero a partir del km 10, empiezo a ver que las pulsaciones no bajan, pero el ritmo si... Mi estrategia era ir aguantando a 160-165 pulsaciones hasta el km 16-17, para luego apretar a tope, lo que me supondría ir a un ritmo de 4:40 aprox y así bajar de 1:45.



Pero a pesar de beber bien en los avituallamientos y comer los geles...que no voy, ya voy a casi 170 pulsaciones y el ritmo, en vez de bajar de 5 el km, ha subido a 5:10 y no hay manera de bajar de ahí, porque no puedo apretar más.

Me cruzo con Jorge que ya está afrontando los últimos 2 km, cuando yo llego al 18, intento una vez más apretar, pero no hay manera, lo más que llego es a 4:55 y sin aguantarlo mucho tiempo...desisto, ya se que no voy a bajar de 1:45...llego a meta con un tiempo oficial de 1:46:39, aunque claro, me salía 21,4 km jajaja...y según strava...sorpresa, los 21,097 los hice en 1:44:59 jajaja...objetivo conseguido :P....pero lo que cuenta es la medición oficial así que...otra vez será :).

Creo que la clave de no rendir lo previsto, fue la hora que estuvimos al sol sin beber agua y que nos causó cierta deshidratación aunque no tuviéramos esa sensación.

La siguiente prueba ya serían cosas mayores...la Maratón de Madrid.


Medalla finisher!

Con Vero, que se recorrió medio Lisboa ella sola para llegar a la meta!.


viernes, 23 de junio de 2017

El camino hacia el Ironman de Vitoria: Los duatlones de Villanueva y Marchamalo

Tenía muy claro que en esta ocasión no iba a estar entrenando un año para el Ironman, como hice en 2015, porque acabas hasta los mismísmos, así que el plan era disfrutar de la boda y el viaje de novios y a la vuelta (mediados de noviembre), empezar a entrenar, que con 8 meses, para alguien con una base, es suficiente.

En esta ocasión decidí dividir el entrenamiento en 3 partes, los 2-3 primeros meses serían muy centrados en la natación; febrero, marzo y abril, serían para la carrera (con la Maratón de Madrid como eje culminante) y mayo y junio para la bici. No quiere decir que solo entrenara un deporte, sino que daba más prioridad a uno que a otros.

Comencé la temporada en el Duatlón de Villanueva de la Cañada. Desde la Quebrantahuesos no competía y un duatlón hacía todavía más tiempo que no lo corría. Era distancia sprint y fui con Rafa, Jon, David, Fede, Rebe y Nacho. Hacía un frío del carajo, -1 o -2 a la hora de la salida. Era un recorrido bastante llano, ideal para volver a sentir las sensaciones de la competición. Los primeros 5 km los hice en apenas 25 minutos, ni tan mal; los 20 km de bici (que fueron casi 18) en 36, probando por primera vez los acoples (sin ajustar y sin nada); y los últimos 2,5 km en algo más de 12 minutos, para un tiempo total de 1:17:46. Pensaba que iba a ir peor la verdad :).

Recovery post Duatlón Villanueva

La segunda prueba sería el Duatlón de Marchamalo, al que nos apuntamos por recomendación de nuestro entrenador Dani Molina. Fuimos unos cuantos de Trimad y también el día fue bastante malo, no tanto en temperatura, que hacía 7-8 grados, sino en sensación térmica y en lluvia. Muchísimo viento y algo de lluvia convirtieron la bici en un sector bastante duro para los que no pudimos coger rueda.

Este no se me dio tan bien como yo pensaba, de hecho, por primera vez en mi vida, me vi último al principio de la carrera jajaja, pero bueno sabía que no duraría mucho. Los dos sectores de carrera no se me dieron mal, pero en la bici no conseguí coger rueda de nadie porque iba de los últimos y las que pude enganchar iban más lentos que yo, así que... Era la primera edición de este Duatlón, y Campeonato Regional de Castilla-La Mancha, por lo que el nivel fue bastante alto, de ahí mis últimas posiciones. Acabé con 1:23:37, casi 6 minutos más que en Villanueva, pero claro, también fueron casi 3 km más, así que en proporción no lo hice tan mal como yo pensaba, de hecho los primeros 5 km me salieron a 4:42, que para mí es mucho!.



Las dos primeras pruebas para ir cogiendo sensaciones y recuperar el espíritu competitivo, poco después, vendría la primera gran prueba del año, la media de Lisboa.