viernes, 13 de noviembre de 2015

Crónica de un Ironman: Iberman 2015: La Natación



Me costó dormir, para qué deciros lo contrario. A las 5 sonó el despertador, nada nuevo bajo el sol porque es a la hora a la que me llevo levantando desde julio (y no por adaptarme al horario jejeje), me levanté, y me puse a desayunar tranquilamente 2 tostadas con miel, un cola cao, un vaso de zumo de manzana y una ración de arroz blanco con aceite de oliva (venga va, también cayó un bollito jejeje). Después dí los últimos retoques y me tumbé en el sofá a relajarme hasta las 6, hora a la que despertaría a mis fieles acompañantes.

A las 7:15 salimos para la T1. Un gustazo y un alivio tenerla a tan solo 5 minutos andando del apartamento. Además el día anterior habíamos dejado las bicis en la T1 y, aunque yo no las tenía todas conmigo, las bicis seguían estando allí. Entro al box, preparo todo, y me salgo con Vero, Diana y Bruno a colocarme el neopreno. Había muy buen ambiente entre los más de 300 que íbamos a tomar la salida.

¡Estamos listos!           
La marea estaba normal (me la esperaba muy baja) y el mar estaba muy tranquilo, parecía una piscina, cosa que me tranquilizaba bastante. El viento iría en aumento a lo largo de la mañana, pero en la natación no haría acto de presencia. Pistoletazo de salida y ¡al agua!. Como siempre en la natación salgo de los últimos, para no agobiarme con los golpes y demás. En las primeras brazadas ya noté como me entraba agua en las gafas e hice una breve parada para colocármelas mejor...sin un buen resultado que se diga. Tuve que hacer otras 3 o 4 paradas (casi hasta el primer giro) para que, definitivamente, no me entrara agua en las gafas. Tras alcanzar la primera boya, giramos a mano derecha para ir paralelos a la costa, y ahí empiezo a notar que voy nadando muy cómodo y bien.

                                         
¡La salida!

Adelanto a muchos triatletas, unos 20-25, cosa que nunca me había pasado jejeje, y así llegamos a la segunda boya girando de nuevo a la derecha, aproximándonos hacía la orilla, para alcanzar la tercera boya y volver a girar a la derecha para deshacer el camino nadado en paralelo a la costa. Durante unos 100 metros, sigo con buenas sensaciones y de repente....el caos.

Una medusa, que me sobresaltó por lo grande que era, pero era sólo una...poco más adelante, dos, tres, cuatro...aquello no eran medusas, eran monstruos de las profundidades. En una crónica escrita por otro triatleta, las definió como "Medusas como paelleras" y no exageraba. Era la primera vez que me enfrentaba a eso y claro...yo no estaba preparado. Entré en pánico, el pulso, según vi al día siguiente, se me disparó hasta las ¡180 pulsaciones!. Quería pasar lo más rápido posible ese tramo y me puse a mover las piernas a tope...pero claro supertensas...la consecuencia fue que sentí un dolor agudo y el resultado que se me había subido el gemelo. Para para no empeorar las cosas, pero el pensar que seguía entre medusas, me agobiaba más...pedí asistencia, pero por suerte, no me vieron, porque decidí tranquilizarme y pensar que unas medusas no podían arruinar un año de preparación.

Así que pensé en una solución y solo había una escapatoria posible. Decidí nadar con los ojos cerrados y que fuera lo que dios quisiera. Al respirar los abría, pero al meter la cabeza en el agua los cerraba. Mientras recuperaba pulso y brazada, iba pensando que lo peor era que tenía que volver a pasar por allí.

Salgo de la primera vuelta casi cojeando, con 46 minutos...los que había vuelto a pasar cuando cogí ritmo después del pánico post-medusas, me adelantaron corriendo...yo flipo a veces...bueno el caso es que me dolía bastante el gemelo y sabía que no iba a poder mover la pierna en la segunda parte. Así que los segundos 1900 m los hice sin apenas mover las piernas, porque el más mínimo movimiento supondría un intenso dolor.

                                      
La primera vuelta, las imágenes hablan por sí solas


Vamos a la segunda vuelta...a encontrarme con mis amigas las medusas...
Llegué al punto de las medusas y esta vez, al girar la boya, me metí mar adentro para no ir tan pegado a la costa y poder evitarlas...hice muchos más metros, y como iba con los ojos cerrados no sé si había más o menos jejeje...eso si, toque una con la mano izquierda, aunque afortunadamente por la parte de arriba.

Salí de la segunda vuelta en 50 minutos...debí hacer en este tramo unos 2200 metros, así que ni tan mal para no dar patada...Tiempo total en la natación 1:36, se me fue algo, aunque claro si contamos todo lo que pasó...me doy con un canto en los dientes jajaja.


Las impresiones tras la natación jejeje


No hay comentarios:

Publicar un comentario