miércoles, 19 de noviembre de 2014

Crónica de un viaje a Berlín: Día 1: La llegada y la Puerta de Brandenburgo

No empezaba muy bien el viaje la verdad, porque tuvimos muchos problemas con Easyjet a la hora de hacer el cambio de billetes, y es que si tú contratas un seguro de cancelación y uno de los motivos es por incorporación a un nuevo puesto de trabajo, pues tu piensas que lo tienes cubierto, pero claro en la letra pequeña te pone de duración no inferior a un año, pues ya me diréis con los tiempos que corren a quién le hacen ese tipo de contrato pero bueno.

Además el proceso del cambio de billete...42 euros por cambiar de nombre...vale...aceptable, luego resulta que son 42 por trayecto...bueno vale al fin y al cabo son dos billetes que cambiar...pero que ya te cobren la diferencia de la tarifa con respecto al momento en que compraste...eso si, si está más baja no te la devuelven...LADRONES...

Al final creo que se va a poder devolver el billete y todo, pero desde luego no empezaba bien el tema máxime si tenemos en cuenta que para ir el aeropuerto y por querer ir de listo y evitar el atasco de la M40, casi tardamos lo mismo o más que si lo hubiéramos pillado jejeje.

A partir de ahí todo fue rodado y perfecto, las cosas como son. Llegamos al aeropuerto, compramos la Berlin Card para 3 días, con la Isla de los Museos incluida por 40,50 euros, y nos olvidamos de andar comprando billetes y demás. Lo primero que hicimos fue ir al hotel, un Best Western pillado a través de una oferta con Groupon, que estaba a 9 paradas directas en S-Bahn del aeropuerto. Hotel correcto, con buena wifi (aunque el último día no funcionó del todo bien) y un muy buen desayuno (10 euros si no lo compras incluido).

Dejamos las maletas y fuimos a comer a lo primero que pilláramos, que en este caso fue un Kebab justo al lado del hotel y yo no iba a dejar pasar la oportunidad de comer una de los platos típicos alemanes como es el Carrywurst...que no es más que una salchicha con curry y patatas jajaja. Con las fuerzas recuperadas nuestro primer destino sería Postdammer Platz para ir dando un paseo (apenas 10 min) hasta la puerta de Brandenburgo.

Carrywurst
Yo en Postdammer Platz














Desde lejos yo pensaba que la iba tener que añadir a mi lista de mayores timos (de la que La Torre de Belén y La Sirenita comparte lo más alto del ranking), pero finalmente si que merece la pena. Por supuesto estaba plagada de turista y tras estar unos 10 minutos viéndola decidimos ir a dar una vuelta por el Tiegarten hasta que cayera la noche para volver de nuevo a la puerta y verla, según dice todo el mundo, bonita de verdad.

El símbolo de Berlín
Y la verdad que casi lo más bonito de todo el viaje fue este paseo que nos llevó hasta un monumento que no estaba en la ruta y que está al final de la avenida que sale desde la Puerta de Brandenburgo...La columna de la victoria...tuvimos la suerte de poder entrar, ni siquiera sabíamos que se podía subir hasta arriba, pero si que se podía y disfrutamos de un gran atardecer a la vez que caían las primeras gotas de lluvia. Fue una gran sorpresa y para mí lo más bonito del viaje junto al East Side Gallery.

La Columna de la Victoria

El atardecer desde lo alto de la columna













Luego volvimos a la Puerta de Brandenburgo, bajo una fina, débil y agradable lluvia y...en efecto la Puerta de Brandenburgo de noche es espectacular, pero sobre todo si coincide con el Festival de las Luces y está iluminada y hasta con proyecciones audiovisuales sobre ella. No lo sabíamos y era el Festival de las Luces que cada año conmemora el aniversario de la caída del muro y todos los edificios del trayecto que va desde la Puerta hasta la Isla de los Museos estaban iluminados, algunos de manera muy espectacular como la Universidad.


La Universidad iluminada
La Puerta de Brandenburgo iluminada por el Festival de las Luces

Ya cerca de las 9 decidimos poner punto y final al primer día y fuimos a cenar a lo primero que pillamos...Alexanderplatz y un Burger...para qué complicarse!.




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