Dicen que al final todo llega en esta vida, y supongo que es verdad. Cogimos el vuelo a las 9 de la mañana con destino a la ciudad a la que llevaba queriendo ir muchos años. Según nos acercábamos al aeropuerto de Ushuaia, íbamos viendo desde el avión los lagos y las montañas que rodean a la ciudad más austral del mundo.
Tuvimos mala suerte en los asientos, y nos tocó el lado en el que no se ven las montañas, pero por el contrario vimos el aterrizaje casi a ras de agua. Tras un viaje más tranquilo de lo que esperaba (pensaba que haría mucho viento), ya cuando aterrizas te das cuenta de que es un lugar especial...el aeropuerto son 4 casetas, así, tal cual jejeje. A la salida nos esperaba nuestra guía Malva, y el conductor que no me acuerdo de su nombre. Nos contó un poco el planning, las cosas interesantes que había que hacer por Ushuaia y lo que haríamos en la excursión del día siguiente al Parque Nacional de la tierra del fuego.

También dicen que no hay nada perfecto, y también es verdad, porque probablemente estuvimos en el peor hotel de todos los que nos tocó en el viaje. El hotel se supone que es de 4 estrellas, y entras y está limpio, tiene buenas vistas al lago y a la montaña, depende el lado que te toque en la habitación...el recepcionista, muy amable, nos dio las tarjetas para la habitación y....sorpresa...una habitación muy pequeña, apenas podíamos abrir la maleta, y por supuesto, nada de vistas al lago...a ras de carretera, con vistas a la montaña eso si, pero no podíamos abrir las cortinas, porque nos veían todos los viandantes jejeje.
Aprovechando que hacía muy buen día (mucho mejor de lo esperado para estar a tan solo 1000 km de la Antártida) decidimos hacer la excursión al Glaciar Martial esa tarde, y dejar la prisión para el siguiente día. Lo normal hubiera sido hacer la excursión en barco por el canal Beagle, pero nosotros desechamos la idea, porque ya habíamos vistos lobos marinos y pingüinos en Puerto Madryn.
Así que lo primero que hicimos fue bajarnos al cartel del fin del mundo, aunque antes nos encontramos con la Cápsula del tiempo, un lugar en el que en 1992 guardaron cosas, para que las habrán 500 años después, en 2492 y vean como vivíamos nosotros. Una gran idea la verdad. Llegamos al cartel, nos hicimos la foto y nos fuimos a buscar un sitio para comer.
Tras la comida, era la hora de subir al Glaciar, nos recomendaron subir en taxi hasta la casa del té, y desde ahí hacer la subida. Hay una ruta desde la propia ciudad, pero eran unos 7 km andando, y probablemente no nos hubiera dado tiempo a hacerla entera ida y vuelta, así que le pedimos al del hotel que nos llamara a un taxi. Por apenas 90 pesos nos llevó hasta dónde empezaba la ruta a pie al glaciar.
El clima en Ushuaia es muy cambiante, y aunque no hacía frío (de hecho, parte de la subida la hice en manga corta) si que había caído ya un pequeño chaparrón. Empezamos a subir por un amplio sendero, paralelo a un río que ibas escuchando todo el camino. Tras unos 30 minutos y 1,5 km aprox, llegamos a la primera parte de la subida, el pie del Glaciar. A partir de ahí tienes dos opciones, disfrutar de las vistas que iban mejorando a medida que íbamos subiendo, o darte la vuelta y volver por el camino a tomarte un rico té, zumo, café, o lo que quieras en La Casa del Té.
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Y aquí estoy, en la ciudad más austral del mundo....en manga corta |
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El río |
Vaya por delante, que el Glaciar Martial no tiene nada que ver ni con el Perito, ni con el Viedma, ni con lo que os imagináis como un Glaciar. No sé si sería la época, comienzos de primavera, pero apenas tenía nieve y hielo. Decidimos subir un poco más por otro camino, puesto que veíamos a gente que subía y nos encontramos con un cartel..."Ruta del Glaciar, 1,4 kilómetros, 400 metros de desnivel"...casi nada, pero decidimos subirlo.
Atravesamos algo de nieve y hielo, nos hizo sol, empezó a llover, luego aguanieve, luego granizo y por último algún copo...los 4 estados del agua jajaja, desde luego estábamos en un lugar especial. Vero sufrió, las cuestas eran muy empinadas, pero coronó el Glaciar como una campeona, y pudimos disfrutar de unas vistas espectaculares de Ushuaia y el canal Beagle.
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Pues...esto es el Glaciar... |
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Nieve!!! |
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¿A que son impresionantes las vistas desde el Glaciar? |
Iniciamos el descenso, a 800 metros, el frío se notaba jejeje, y nos tomamos un merecido descanso en La Casa del Té. Dijimos que ya bajábamos andando hasta Ushuaia, e intentamos encontrar el camino, sin mucho éxito, por lo que bajamos por la carretera que nos trajo el Taxi, porque más valía asegurar, porque ya estaba cayendo el sol. A mitad de camino encontramos el sendero y acabamos llegando a Ushuaia por un camino muy agradable, incluso antes de llegar al hotel, nos encontramos con un descampado que resultó ser un mirador con buenas vistas de Ushuaia.
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La Casa del Té |
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Las vistas del atardecer en Ushuaia |
Al final, a lo tonto, anduvimos más de 4 horas...no estuvo mal...obviamente estábamos muy cansados, por lo que llegamos al hotel, cenamos en el propio restaurante del hotel y a descansar merecidamente hasta el día siguiente.