lunes, 5 de enero de 2015

Crónica de un viaje a Dublín: día 1: La llegada, el ambiente y la fiestecilla

La verdad es que tuvimos un mesecito muy viajero Vero y yo. Nuestra siguiente destino sería Dublín, lugar en el que mi amigo Alberto llevaba viviendo un par de añitos y nunca había ido a visitarle todavía. Siempre pensé que cuando fuera a la capital irlandesa vería la Calzada de los Gigantes...nada más lejos, resulta que está a ¡3 horitas aproximadamente de camino!, así que lo tuve que dejar para la próxima.

El viaje lo hicimos aprovechando el puente de la Almudena. Me gusta viajar aprovechando los puentes locales, porque no suben mucho de precio los vuelos. Así que salimos el sábado a eso de las 10:30 de la mañana. Vuelo con Ryanair, de la cual he de decir que, con el paso de los años, ha ganado bastante en calidad. Al principio era muy reacio a volar con ellos, no me gustaba...manías de uno...prefería Easyjet...pero en los dos últimos años, le ha comido mucho terreno a Easyjet. Solo sigo echando en falta unas redecillas en los asientos.

Llegamos a Dublín a eso de las 12:30 hora de allí, nada más salir de la T1, está la parada del Aircoach que va directo al centro (comprando el billete en el avión te ahorras un euro por cabeza) y llegamos a O'connell Street...dónde nos esperaba Alberto, y nada más bajarnos Vero suelta..."¿la cámara?, no la tengo, creo que se me ha caído en el autobús", subí al autobús a buscarla, pero no estaba...buen comienzo de viaje, perdiendo la cámara...menos mal que los móviles de hoy en día la pueden suplir con garantías.

Obvia decir que nos pillo la lluvia de Dublín en todo su esplendor...desde O'Connell hasta la casa de Alberto y Francina había como media horita andando. Lo que al principio era un paseo bajo una lluvia agradable, no excesiva, tomando contacto con la ciudad, pasando por Temple Bar y otras zonas...en cuestión de minutos se convirtió en una odisea bajo la lluvia...empezó a caer con ganas y llegamos a casa bastante mojados, ni el chubasquero lo evitó.
El clima, muy peculiar, de Dublín
Así que para hacer tiempo, en lo que escampaba la lluvia y salíamos a comer, nos tomamos unas primeras cervecitas en casa. Una casa, todo hay que decirlo, muy agradable y bonita :). Cuando paró lluvia, a eso de las tres, salimos a comer...claro comer en Dublín más tarde de las 2 de la tarde ya es raro...de todas formas, Francina nos dijo que íbamos a un lugar dónde ponían los mejores Sandwich de Dublín...bueno, no estaban mal jajaja.

Y después nos llevaron a dar un paseo por la ciudad. Sin entrar en ningún sitio, más que nada por las horas, caminamos por St Patrick, el Castillo de Dublín, Temple Bar...tomamos un par de pintas, y nos metimos en un bar a ver el partido del Madrid. Después, teníamos una fiesta en casa de unos amigos de Alberto y Francina.

Con una de las estatuas :D
Catedral de Christ Church
El interior del ayuntamiento










Vista desde el Ayuntamiento











La noche dublinesa
El Castillo de Dublín












La fiesta, en un piso, resultó muy curiosa. Todo lo que cocinaron los anfitriones estaba muy rico y además había gente de todas nacionalidades: brasileños, polacos, bielorrusos, españoles...vamos que casi lo que no había era irlandenses jejeje. Al principio, nos costó a Vero y a mi, más que nada por el idioma, pero no hay nada que no resuelva un par de pintas, y poco a poco nos fuimos soltando, no sé que tal se nos entendería, pero no debió estar mal del todo.

Y a eso de las 3 de la mañana, acababa el largo primer día, que cerramos con otra cerveza en casa antes de dormir!.





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