El caso es que volviendo a ver la serie, me ha venido a la mente la inevitable comparación que se establece entre la ficción y la realidad. Las estrellas de la serie, Benji aparte, que realmente solo está cuando son pequeños, son Oliver y Mark, los estandartes de sus equipos...y de repente dices ¡qué parecido con el Madrid y Barça!.
Oliver es claramente Messi...el talento innato, el que consigue todo sin esfuerzo, porque ha nacido con un don, con un balón pegado al pie. Su equipo está en apuros, él lo resuelve con una genialidad. Juega para el equipo más que para él mismo. En lo único en lo que no se parece a Oliver, es en las lesiones jejeje.
Y Mark representa el no darse nunca por vencido, el jugador egoísta que piensa primero en él y luego en el equipo (porque piensa que si él lo hace bien, el equipo también lo hará). Mark se ve superado por Oliver una y otra vez, como suele pasarle a Cristiano con Messi, pero en algún momento lo consiguió superar, como ha pasado también en esta histórica rivalidad que vivimos.
Jamás en la historia del fútbol habían coincidido dos jugadores del nivel de estos dos. La pena para Cristiano es haber coincidido con uno de los 3 mejores de la historia. Si hubiera salido en otra década, probablemente estaría en el altar de los 5 mejores. Pero Cristiano tiene un gran mérito (su personalidad aparte) y de eso hablaré el próximo día en otro post.